Hace más de 8 años, Carmen Barbieri sorprendía a todo el mundo del espectáculo al confesar que se había implantado un chip sexual. "Te dan ganas de terminar en la cama con tu pareja. Antes para mí el sexo era el último trabajo del día. Es la primera vez que hago algo por mí y para mí", había dicho la capocómica durante una entrevista que le brindó por aquel entonces a María Laura Santillán sobre esta moda que terminó convirtiéndose de a poco en tendencia.
A este grito de la moda en materia de salud y belleza en Europa y Estados Unidos se habían sumado Catherine Fulop y el ex arquero Sergio Goycochea. "Tiene tradiol, testosterona, es como una asistencia de hormonas en una vacuna. Te sentís más joven en todo sentido, te brilla el pelo... El Ova también se lo va a poner, aunque por ahora usa su gelcito.... él (por Ova) está siempre listo, como un boy scout", había contado Cathy.
Mientras que el ex guardameta, afirmó: "Mejora la calidad muscular, el ánimo y también la libido sexual. Después de cierta edad se pierde tetosterona. Cualquier persona que pasa los 50 años, sabemos que se empiezan a perder hormonas, la testosterona se empieza a dejar de generar. Ayuda a la consistencia muscular, levanta el ánimo, ayuda al colesterol, a la diabetes, controla esas cosas y sobre todo el apetito sexual".
Resulta que esta tendencia parece haber quedado vieja, ya que ahora Virginia Gallardo hizo lo propio y se metió un chip en su cuerpo, pero no para aumentar su libido, sino para que los años le pasen más lento. Sí, la idea de esta tecnología es evitar, o mejor dicho, retrasar, el envejecimiento. "Como parte del procedimiento del envejecimiento normal, la función hormonal del cuerpo empieza a disminuir lentamente", contó la panelista de Socios del Espectáculo.
De hecho, a través de sus redes sociales explicó que "la utilización del chip o pallet hormonal permite optimizar la función hormonal natural, de manera segura y eficaz para revertir ese proceso". "Está indicado para todo paciente sano, femenino o masculino, cuando ya empieza a aparecer los efectos de la reducción hormonal (testosterona) en nuestro cuerpo. Lo decidí yo y la verdad es que no duele nada", sentenció, atajándose de las posibles críticas que pueda llegar a recibir.
Fuera y dentro del mundo del espectáculo, ya son varias las personas que superan los 50 años y optan por esta clase de dispositivos, entre los cuales se sigue destacando por ahora el que libera testosterona y se aplica de forma subcutánea, generalmente en el glúteo. En el caso de las mujeres, o al menos para las "famosas", aparentemente resulta ser la solución para varios de los problemas que aparecen durante y después de la menopausia, como la falta de deseo.