La actriz Emilia Mazer tiene una trayectoria de 40 años de cine, teatro y televisión. Actualmente, es parte del elenco que dirige José María Muscari en Perdida Mente, pieza que se restrenó el último miércoles, y donde comparte cartel con Leonor Benedetto, Ana María Picchio, Iliana Calabró y Mirta Wons.
BigBang habló con ella de cara a la primera función que realizó el último miércoles, y la artista reconoció que está "super tranqui" y "feliz" con la obra. "Me tocó el año pasado hacer algunos personajes. De hecho este lo hice un poquito, 10 días. Igual fui para otro lado ahora, teniendo la titularidad y de alguna manera apropiándome del papel. Voy encontrando otras cosas y disfrutando mucho", reconoció.
A Emilia siempre le gustó trabajar con Muscari. Ocho Mujeres, La Casa de Bernarda Alba, Derechas, son algunas de las obras en donde la dirigió. "Yo lo admiro mucho. Lo conozco desde que era muy jovencito. Seguí todas sus cosas, lo vi crecer, convertirse hoy en el director sólido que es, en el hombre sólido que es", aseguró al respecto. Además, el año pasado estuvo haciendo reemplazos también en Sex, el reconocido espectáculo que explora la sexualidad de los artistas y el público.
"Lo admiro mucho. Siempre he aceptado todo lo que me ha ofrecido, sin siquiera leer cuál era el papel y la situación. Creo en él. Y tiene la cintura de ir de lo popular a lo cultural, y de ahondar en el deterioro cognitivo de una jueza de la Nación de una familia de alta alcurnia, a Sex, a armar tres elencos de Sex. Me parece muy admirable. Ahora, de hecho creo que está haciendo tres cosas. Me parece que tiene una mente de genio", declaró.
La coincidencia de haber en Sex, motivó que a este periodista a consultarle sobre uno de los eventos más polémicos de su carrera. Su desnudo en Los Chicos de la Guerra, el emblemático film que se estrenó en 1984, en un momento bisagra de un país que abandonaba la dictadura y volvía a la democracia, que generó polémicas y momentos que hoy serían completamente inaceptables en la vida pública.
"A mí a veces me indigna un poco la importancia que se le da a lo sexual. Te diría otra cosa de esa época. Me cuestionaban cómo una actriz de cine hacía una telenovela, cómo una actriz de telenovela iba al Teatro San Martín a hacer una obra y quizás llegaba un poquito demorada por hacer la grabación", recordó sobre las repercusiones del film sobre su carrera. "Cuando hacía la telenovela me citaban a hablar arriba (Mario) Bovcon, que era mano derecha de (Alejandro) Romay, y me cuestionaba que era como muy lavadita, cinematográfica y no hacía la telenovela melodramática. En el San Martín me decían que era actriz de televisión y me la hacían un poco complicada", agregó.
"Entonces yo nunca pensé en el desnudo, estaba más complicada porque a los 20 años me preguntaba por qué me quieren encasillar, si soy esto o soy lo otro. Y, cuando empecé a laburar, era la actriz que mostraba las tetas en Los Chicos de la Guerra y nadie sabía mi nombre. Me decían 'te veo cara conocida'. Me paraban por la calle, un poco haciéndose los boludos, '¿te conozco del barrio? ¿A qué colegio fuiste?'. No sé, me impactaba más eso, como ser humano de 20 años, me resultaba muy crítico eso, cuando todavía una no sabía dónde pararse", explicó.
Si bien el denudo sería hasta algo ingenuo para la era del Onlyfans que se vive hoy en el planeta, es un hecho que fue situación que la marcó mucho. Fuera de cámaras, Mazer le confesó a BigBang que, no muchos años atrás, le ha pasado de estar con su hija y que un hombre le cuente en la calle acerca de cómo se autosatisfacía con su imagen cuando era joven, aunque en palabras mucho más obscenas.
Cuestionada acerca de ese acto machista, Emilia se animó a decir que hace 40 años era la norma de la sociedad, tanto para hombres como para mujeres. "Hasta que no tenés alumnos adolescentes y no tenés hijos adolescentes, hay cosas que no te das cuenta, que tal pensamiento es muy antiguo y que no queda otra que aggiornarlo y rejuvenecerlo", afirmó.
Volviendo a lo que la marcó esa situación al comienzo de su carrera, recordó que eran épocas de su viva donde tenía una crisis por irse de la casa de sus padres y que le permitan ser actriz. "No pensaba si me ponía desnuda o no me ponía desnuda. No me importaba. Ya mi generación no le daba importancia", indicó.
Este machismo y esta violencia hacia las mujeres la sufrió gran parte de su carrera. Y hay cosas que pasaron a fines de los ochenta, que al día de hoy no se olvida. "Yo hacía una obra en la ciudad de Junín, Mal de padre, que era un parricidio. Con Norberto Díaz y Federico Luppi. A mí me habían inventado un romance con Luppi que nunca fue verdad. Tenía la misma edad que mi papá y no era algo que me causara gracia. Y la verdad que me perjudicó en ese momento bastante laboralmente", repasó Mazer.
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"Y yo hacía una chica con minifalda, muy sexy. Y dije una palabra, que estaba en el texto, y se levantó una fila entera de gente y se fueron, y yo seguí haciendo la función, pero era el personaje. Una chica que trabajaba en un cabaret, pero no era una prostituta, era una actriz que hacía shows, y tenía una historia con el papá de su novio", detalló."Era una obra muy oscura, no era una comedia. Terminaba con un parricidio y demás. Había una situación de abuso. Era durísima, pero a la gente le importó que yo diga una palabra sobre el miembro masculino, una palabra no muy delicada, pero que hoy nadie se levantaría en Carlos Paz o Mar del Plata y se dice 20 veces en una obra. Sólo que quizás la podía decir Tristán y no Emilia Mazer", agregó.
Lo peor vino a la salida de esa función, cuando un periodista, "un tipo grande", la encaró. "Me dijo '¿cómo vivís la situación de ser tan puta?'. Así. Esas cosas para mí fueron muy duras porque yo era una niña. Hoy quizás una chica de 23 años no es una niña, pero en esa época sí. Una cosa era lo que yo actuaba y otra las cosas que tenía en la cabeza. Y yo todo eso lo padecí mucho", aseguró, en una denuncia que retrata lo más atrasado de la cultura argentina de esa era.
Al igual que la reconocida canción de Los Dinosaurios que compuso Charly García, y que estaba dedicada justamente a lo peor de la dictadura de los años setenta, las personas que hace casi 40 años tuvieron ese violento y ofensivo gesto hacia ella, también van a desaparecer -como asegura el tema-.
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Al mismo tiempo, el recuerdo acerca del film está lejos de ser negativo. "¿Sacarme la remera para hacer el amor con un soldado de Malvinas? Era luz, era amor. No era del orden sexual oscuramente, sino del orden amoroso y puro. Y por otro lado, me tocó, como joven, después de una generación reventada en la dictadura y la Guerra de Malvinas, aparecer poniéndome en bolas en una película que hablaba de toda una generación de jóvenes. Ese era el precio. Eso era lo más duro: el desnudo. Era que había jóvenes viviendo el sexo, el amor, y no muriendo en campos de concentración", reflexionó.Los años pasaron, y si bien nunca olvidó lo que pasó, ella tuvo una notable carrera por delante. Su presente en Perdida Mente, una obra que definió como "maravillosa, conmovedora y emocionante", es otro ejemplo de esto. "Se van a reír de un tema del cual es muy difícil reírse, pero está escrito por Muscari y Mariela Asensio, que es una genia también. Está muy bien dirigida. Son tres años de éxito. Está muy bueno insertarse en un éxito, porque sabés que funciona", señaló.
Perdida Mente está de miércoles a domingo a las 19, salvo los sábados que tiene otra función a las 21, en el Multiteatro Comafi de Avenida Corrientes 1283.