Gabriel "El Puma" Goity esperó 46 años poder cumplirle la promesa que le había hecho de adolescente a su abuelo en la vereda del Teatro San Martín, acerca de protagonizar la obra Cyrano de Edmond Rostand. Este último jueves pudo hacerlo tras 11 meses de ensayos, aunque la noche no fue perfecta. Luego de que quedara afuera del proyecto por acusaciones de maltrato, el director Willy Landin, se presentó en el brindis posterior, se trenzó con el actor y Guillermo Francella los separó. Tuvo que intervenir la Policía.
"Tengo dos versiones. Unos me dicen que casi se van a las manos y otros me confirman: hubo piñas", reveló, al aire de Socios del Espectáculo, Nancy Duré sobre el hecho. Luego continuó con el relato: "Lo vio que estaba ahí con todo el equipo, e inmediatamente fue a encararlo diciéndole '¡vos sos un caradura! ¡Cómo vas a estar acá después de los maltratos y todo lo que discutimos!'", describió la periodista sobre el embate del actor. "Tuvo que intervenir Guillermo para separarlos. Se quisieron agarrar, intervino Francella y tuvieron que llamar a la Policía y se llevó a Willy Landin para que no pasara a mayores", agregó después.
La situación se da en la megaproducción que lleva adelante el Teatro San Martín y el Complejo Teatral de Buenos Aires, con un proyecto que recibió algunas críticas decepcionantes en relación a ser muy pomposo, pero no lograr cautivar al público. "Una función que duró más de tres horas. Algunas críticas dicen que no lucía como se merecía, de acuerdo a las actuaciones y el director", reconoció Duré.
"Hablé con el director en privado y me explicó que fue un proyecto de once meses, que él pasaba un momento muy complicado personal, y que tal vez su trabajo no haya sido lo que tendría que haber sido para el actor", explicó Adrián Pallares. Luego directamente leyó el acotado mensaje que le envió Landin. "Gracias por preocuparse. Lamentablemente es el estreno de un proyecto tan querido, que me demandó once meses de trabajo, y se da en un momento personal complicado para mí, y mi corazón y mi tiempo ahora está ahí", escribió el dramaturgo, quien no desmintió ni confirmó los hechos.
"Lo que dicen del lado de "El Puma" Goity es que lo sintió como una provocación que esté el día del estreno ahí. No tenía que ir al brindis de los festejos porque ya no era parte del elenco", afirmó Pallares. Es que tras los conflictos originales que derivaron en la separación del elenco, la puesta fue llevada por Gabriela Ricardes.
"Tuvo reiteradas postergaciones, estaba prevista para mitad de año. Dura tres horas, la original es más extensa aún. Evidentemente se ha bancado y se ha acumulado mucha tensión", detalló Rodrigo Lussich. "No solo responsabilizó al director por las postergaciones, tampoco le gustaba la puesta. Venía de hacía tiempo y llegó a decir 'me voy yo o lo echan', y terminaron echando al director", añadió Duré sobre el inicio del enfrentamiento.
Mariana Brey, por su parte, afirmó algo que sus compañeros validaron. "Sé que es calentón y visceral", opinó respecto al temperamento del actor. La determinación de Goity también lo llevó a cumplirle la promesa a su abuelo tras 46 años, esa que con 16 soñó tras ver la puesta con Ernesto Bianco como protagonista.