22 Octubre de 2021 11:05
A casi una semana de anunciar de forma intempestiva su separación de Mauro Icardi, Wanda Nara analiza por estas horas no sólo su futuro familiar, sino también el empresarial. Mientras su hermana Zaira y sus amigas más cercanas le piden que avance con el divorcio y regrese a la Argentina, la empresaria analiza la letra chica de cada uno de los millonarios contratos que firmó no sólo en calidad de representante de su marido, sino también el suyo directo con el Paris Saint Germain.
Por fuera de los diez millones de euros por temporada que Icardi percibirá por parte del club francés hasta el 2024, Wanda cobra además tres millones de euros anuales por la representación del delantero que salen también de las arcas del club. A eso hay que sumarle su propia marca de maquillaje, los negocios millonarios que hace con las principales marcas europeas desde sus redes sociales y sus ocasionales participaciones televisivas en Italia (fue hasta panelista del Gran Hermano local).
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Wanda además percibe un porcentaje por la explotación de la imagen de su marido (gestionada a través de la empresa World Marketing que creó en el año 2015 (el mismo en el que se convirtió en representante de su marido) y se estima que, entre premios y publicidades, Icardi genera unos cuatro millones de euros anuales adicionales a su contrato con el club. En total, la pareja factura en conjunto un estimado de casi 20 millones de euros.
El patrimonio estimado de la pareja, de acuerdo a lo confirmado por Yanina Latorre, es de 60 millones de euros, sólo en propiedades. A eso hay que sumarle las costosas obras de arte que coleccionan, los autos de alta gama que tienen en común, las joyas y, aunque parezca una nimiedad, la impresionante colección de carteras de Wanda, cuyo valor individual no baja de los tres mil euros. Sin contrato prenupcial mediante, un eventual divorcio obligaría a un detallado proceso de división de bienes, algo que Icardi quiere evitar.
El martes por la mañana, sólo cuatro días después de encontrar los chats con Eugenia "la China" Suárez, Wanda le pidió el divorcio a Icardi. Él le respondió que si lo dejaba, era capaz de abandonar por completo su carrera futbolística. Atenta a la amenaza, Wanda se comunicó con su ex marido, Maxi López, y avanzó no sólo con la actualización de la deuda que el también futbolista mantenía por la manutención de sus tres hijos (estimada en unos 300 mil euros); sino que además logró otro de sus objetivos: quedarse con la mansión de Santa Bárbara (valuada en U$D1.800.000)."Es un pedido que Wanda viene haciendo desde hace mucho tiempo, pero Maxi se resistía. Aceptaba venderla y pagarle la deuda, pero no quería perder el valor total de la propiedad. El acuerdo que van a firmar ahora establece que Maxi le entregará la casa a Wanda, a cambio de que quede como pago acreditado de la manutención de sus hijos, hasta que el más chico cumpla la mayoría de edad", reconocieron desde el entorno de López a BigBang.
El plan inicial de Wanda era regresar a la Argentina e instalarse en el barrio cerrado cercano al complejo de Nordelta junto a sus cinco hijos: Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella. "Todos los chicos asisten a un colegio internacional, por lo que no tendrían problemas en términos escolares. Además, todos los años Wanda viaja para pasar las Fiestas a la Argentina y pasa algunos días del verano acá", reconocieron desde el clan Nara.
Ese era el mismo plan que había organizado cuando en el año 2015 decidió separarse de López. Ella misma lo reveló en el especial de Susana Giménez. "Tenía un nene muy chiquito y me acuerdo que estaba en el aeropuerto llorando con todas mis amigas italianas. No sabía qué iba a pasar, ni de qué iba a vivir. Había sacado un pasaje de ida para la Argentina, pero tuve problemas porque los chicos eran italianos y no me los dejaban sacar del país sin uno de vuelta, pese a que mi intención no era volver a Italia, sino ya quedarme a vivir allá".
En ese momento, fue Icardi quien puso la tarjeta de crédito, pagó los pasajes en primera y permitió que Wanda llegara junto a sus hijos a la Argentina. Pero el plan de instalarse en el país duró poco: a los pocos días, Icardi viajó a Buenos Aires y le declaró de forma pública su amor. "Yo no lo sabía, pero él ya había convertido todo su departamento de soltero para recibir a mis chicos. Una amiga mía me contó que lo había visto en el supermercado comprando una cuna y nos pareció raro. Mauro tenía en claro que viajaba a la Argentina y que quería que nos volviéramos con él".
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Pero a diferencia del divorcio con López, del que no obtuvo casi ningún euro, la posición financiera y económica de Wanda hoy es otra. Empoderada, empresaria y dueña de una imagen que supo construir y tienta a las principales marcar europeas, Wanda enfrenta ahora otro tipo de ataduras: las exigencias machistas que le impuso su marido luego del escándalo mediático. “Ellos dos empezaron a dialogar, ella necesita tener un vínculo laboral porque hay una sociedad en donde ella es la representante de él, tiene un contrato firmado y tiene que hacer que él vaya al club. Hoy lo llevó al club, pero él antes de ir le puso condiciones, él a ella, para volver a trabajar porque está atrincherado en la casa”, reveló Latorre.
Además, detalló que Mauro pretende que su esposa cierre su cuenta de Instagram, mediante la cual factura millones de euros al año por sus posteos. “Las condiciones serían las siguientes: que los dos cierren la cuenta de Instagram, o sea el pirata es él y ella tiene que cerrar su Instagram”. A cambio, el delantero ofertó cerrar también su cuenta de Instagram. “A partir de ahí él le promete portarse bien, fidelidad eterna, pero no quiere que ella trabaje fuera de lo que es su vínculo. Viste que ella hace eventos, la contratan en la tele, Influencer en Europa es otra liga; y tampoco quiere que viaje sola en el avión privado”, relató Latorre.