Si la vida de Wanda Nara tuviera banda sonora, podría ir de una melodía infantil de cumpleaños a un tango dramático en cuestión de minutos. Y es que, mientras Mauro Icardi esperaba un reencuentro con sus hijas en un ambiente cuidadosamente preparado para la ocasión, la empresaria y sus pequeñas estaban en otro evento: el cumple de Malaika, su sobrina. Porque, claro, en la agenda de Wanda, las prioridades están claras.
El Ministerio Público Tutelar había montado un espacio con terapeutas, psicólogos y hasta animales para hacer más amena la transición en la revinculación de Icardi con sus hijas. Pero a media hora del horario pactado, llegó el aviso: no iban a asistir porque tenían otro compromiso. Imaginen la sorpresa de los asistentes sociales al enterarse de que los juguetes y los expertos iban a quedarse esperando, mientras del otro lado Wanda subía fotos de una pijamada y un asado familiar.
El abogado de la mediática, Nicolás Payarola, explicó que la decisión fue tomada para priorizar la estabilidad de las niñas y evitar alterar su rutina. "Ninguna resignaría eventos de su agenda", afirmó, justificando que, entre una reunión con psicólogos y una fiesta infantil, la opción estaba cantada. Además, dejó en claro que ellos mismos solicitaron la intervención judicial para que el proceso sea gradual y acompañado por especialistas. Y como si esto fuera poco, el letrado también avisó que la próxima fecha propuesta tampoco servía, porque las niñas tenían clases de danza. Prioridades son prioridades. Y la impunidad que maneja Wanda llama la atención.
Mientras el drama judicial se cocinaba en Argentina, Wanda preparaba su regreso a la pista de baile. La conductora confirmó con entusiasmo su participación en el especial de los 20 años de "Ballando con le Stelle", el certamen italiano que ya la había visto brillar en 2023. Con un post en sus redes, la empresaria anunció: "Muy feliz. Roma, nos vemos pronto". Y es que su anterior participación en el show fue todo un éxito, culminando en su victoria frente a la experimentada Simona Ventura.
Desde coreografías ardientes hasta indirectas musicales, como su bachata "Te perdiste mi amor" que parecía dedicada a Icardi, Wanda demostró que, así como maneja sus negocios, también sabe moverse en la pista. Su regreso al programa italiano es otra prueba de que su carrera sigue expandiéndose más allá del escándalo mediático. El telón de fondo de esta historia tiene de todo: disputas familiares, audiencias judiciales frustradas, baile, indirectas musicales y festejos.
Mientras en Argentina se debate si hubo o no obstrucción al vínculo con Icardi, en Italia Wanda se prepara para brillar de nuevo. Quizá la vida de Wanda Nara sea, en realidad, un show de telerealidad sin cortes comerciales. Y como toda buena protagonista de su propia novela, ella decide cuándo y dónde dar el próximo paso. Mientras tanto, el abogado de Wanda sigue culpando a Icardi de todo: "Si Icardi no se hubiese atrincherado en el ascensor, todo sería más simple".