El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi volvió a ser el centro de atención este lunes, cuando la mediática -luego de una noche de salida en Tequila Club junto a su flamante novio, L-Gante- se presentó en los Tribunales para realizar pericias ordenadas por la Justicia en el marco de las múltiples denuncias cruzadas, acusación de violencia de género y un tenso proceso de divorcio con el futbolista que, a esta altura, parece sacado de una novela. Por su parte, el delantero deberá someterse a las mismas evaluaciones el próximo 17 de diciembre, en un contexto que sigue generando contenido día tras día.
Acompañada por su abogada, Ana Rosenfeld, Wanda ingresó a los Tribunales con una mezcla de hermetismo y notoriedad mediática. Frente a los micrófonos, la mediática letrada explicó que las pericias buscan evaluar la interacción familiar de la pareja, con un enfoque centrado en los menores. "Es fundamental determinar cómo funcionará la dinámica familiar, dado que no hay diálogo entre ellos. Ni siquiera sabemos dónde está viviendo Mauro", remarcó la abogada.
Además, confirmó que Nara decidió finalmente instalarse en Argentina, mientras que la ubicación y decisiones futuras de Icardi son aún una incógnita. Respecto al divorcio, explicó que el trámite se está llevando a cabo en Italia, lo que alargó los tiempos. "En Argentina, esto hubiera salido en una semana", lamentó. La custodia de las hijas de la pareja es otro punto álgido en el conflicto. Según trascendió, Icardi se opone a que las menores vivan en Argentina con Wanda y L-Gante.
Esto último, bajo la justificación de los antecedentes legales del cantante. Por su parte, Nara habría afirmado que el futbolista busca complicarle la vida: "Es un tipo que no me deja separarme, que no acepta que no quiero estar más con él", habría declarado en privado. En este contexto, Rosenfeld dejó en claro que las nenas hace tiempo que no ven a su padre, una situación que calificó como preocupante: "Wanda siempre ha priorizado que los chicos mantengan el vínculo con sus padres", dijo,
Y aclaró: "Esto tiene que resolverse pronto. No las está viendo y para nosotros es fundamental que sí las vea, porque Wanda, cuando fue su divorcio con Maxi López, tuvo impedimento de contacto con los chicos". La división de bienes entre Wanda y Mauro ya se realizó, pero no estuvo exenta de polémicas. Según explicó Rosenfeld, ambos llegaron a un acuerdo equitativo que contempla propiedades para Wanda y activos financieros para Mauro. Sin embargo, surgieron rumores de que Icardi podría intentar revertir este arreglo, algo que la abogada descartó: "El convenio es sólido. Si llegaran a cuestionarlo, Wanda saldría beneficiada".
A su vez, remarcó: "Fuimos primero al juzgado porque la intención era que el juez la recibiera para que planteara un poco su problemática. Más allá de todo, la audiencia acá, el informe que le van a levantar ahora a Wanda, tiene que ver con una interacción familiar, que es precisamente a lo que pide la justicia, los efectos de ver cómo empieza a funcionar esta pareja, sobre todo en función de los chicos. No es el tema de la custodia, sino cómo va a funcionar la interacción familiar. Queremos saber verdaderamente dónde está viviendo Mauro, fundamentalmente para poder establecer un régimen comunicacional con los chicos".
El próximo 17 de diciembre será el turno de Icardi para someterse a las pericias. Mientras tanto, el proceso judicial sigue avanzando con un divorcio tramitado en Italia y denuncias que mantienen la atención pública en vilo. "Se cortó el diálogo con las abogadas de él, pero respecto a Wanda, no respecto a los chicos. La verdad es que es un tema muy delicado, porque para mí, y lo reitero y no me contradigo, siempre dije que fue un excelente padre y entiendo que lo sigue siendo. Siempre estuvo presente. Pero el famoso tema de la cuota alimentaria, ustedes saben que es un tema que a mí personalmente me preocupa, me preocupó siempre y me seguirá preocupando", cerró.