2025 está a la vuelta de la esquina y por eso Wanda Nara realizó un posteo en redes sociales con el balance de su año: mientras laboralmente estaba en su mejor momento, su vida personal estuvo llena de tensión, polémicas y una separación mediática.
Desde Punta del Este, la Bad Bitch se refirió a los aspectos más privados de su vida que se filtraron a los medios de comunicación: "Se termina un año muy especial para mí. Muestro siempre cosas hermosas y siento que es justo compartir otras", comenzó junto a un carrete donde se la ve recostada en una cama luciendo una enteriza.
"Pasé las fiestas sin mis hijos porque es justo que vuelvan a tener a su mamá fuerte y tambien pasen 15 días con sus papás que viven en el exterior y que confían en mí todo el año el cuidado y educación de ellos sola", se refirió a que sus tres hijos varones están con Maxi López en Inglaterra; mientras que Franchesca e Isabella pasan los días con Mauro Icardi en Buenos Aires. Si bien comprendió que sus herederos deben pasar con sus progenitores, no perdió la oportunidad para lanzar palitos al delantero del Galatasaray: "Pasé Navidad sin poder saludar a mis nenas, sin verlas, siendo mi primera Navidad lejos de ellas".
En su balance, Wanda Nara desmintió los rumores de infidelidades que la vinculan con el futbolista de Senegal Keita Baldé, y con el jugador de la selección argentina Federico Fazio: "Intentaron ensuciarme con cosas que no hice, que no dije y que no pasaron de la manera que fueron coanas, jamás engañé a nadie, por más dura que sea mi elección voy de frente siempre y digo la verdad. Lucho por la sinceridad y si es necesario voy hasta las últimas consecuencias o screens de pantalla", explicó sobre por qué compartió las capturas de las conversaciones con su ex pareja.
La influencer contó lo duro que fue hacer frente a los comentarios de la prensa con hijos adolescentes que ya tienen acceso a la información pública: "Escuché cosas terribles sobre mi persona, me tocó quitarles los teléfonos a mis hijos para que no vean ni escuchen hablar de una que no soy", expresó y continuó: "Ellos saben la clase de mamá y persona que soy porque vivieron dentro de mí y porque dediqué cada minuto de mi vida a ellos, pero no fue lindo para la gente que me ama escuchar tantas mentiras".
En cuanto al trabajo, Wanda compartió su felicidad al trabajar como conductora de Bake Off y anfitriona de Love is Blind para Netflix: "Trabajé duro, me mudé definitivamente a mi lugar feliz y seguro: mi país. Me ocupé y ocupo de mi salud, me preocupo por el bienestar de mis hijos y de todos los que me rodean, y como una mujer separada me hago cargo de todo sola, esperando los tiempos de la justicia", dijo y volvió a apuntar contra Icardi, con quien lleva una lucha judicial por la custodia de sus hijas y por la violencia psicológica recibida en los últimos años de relación.
"Este 2024 se va y me dejó muchas más experiencias y fortalezas, viajé mucho en eso gasto mi dinero, invito a todos de vacaciones, después de todo es lo único que nos llevamos", culminó su balance anual y expresó sus deseos para el próximo año: "En el 2025 quiero disfrutar mi vida, mis hijos, y de los que quieran ser parte de mí".
Un comienzo lejos
Mientras Wanda Nara compartió sus luchas del 2024 y se prepara para recibir un año nuevo en Punta del Este, las alarmas se encendieron cuando se conoció la decisión de Elian Valenzuela, más conocido como L-Gante.
Gustavo Méndez, el panelista de Implacables, compartió los detalles que le llegaron sobre el representante de cumbia 420: "L-Gante está amueblando su casa del barrio Bicentenario de General Rodríguez. El mismo subió una historia preguntando por mueblerías en zona oeste y después la borró. La vi. Chequeé la info y me confirmaron", comentó.
Según el periodista, el cantante dejó sola a su novia en el país vecino: "Me dicen que decidió refugiarse en Rodríguez y está con su hija Jamaica. No tiene ganas de estar en Uruguay. Y están juntos con Wanda: se hablan todo el tiempo. Él entiende por el momento que está pasando Wanda".