La casa de Wanda Nara en el barrio privado Santa Bárbara fue el escenario de una fiesta de cumpleaños en la música cumplió un rol tan protagónico como aturdidor. Ahora, a partir de las denuncias de sus vecinos y sin importar sus pedidos de clemencia, la empresaria deberá afrontar multas económicas en relación a la ruptura del código de convivencia local. Mientras tanto, la incomodidad de sus cinco hijos con su actual pareja L-Gante se evidenció a partir de las imágenes viralizadas.
Es que es un hecho que al cantante creador de la cumbia 420 le faltaba soplar la vela después de ellas -y antes que sus niñas más menores- como para coronar una escena en la que ninguno de sus familiares directos estaba descontracturado. Tras cantarle el feliz cumpleaños, Elián Valenzuela ingresó a escena con un ramo de flores para ella y para besarla. Fue entonces que se escuchó un "vamos de nuevo" y el canto comenzó otra vez, casi como si el ingreso de él fuera un accidente.
Al mismo tiempo, las escenas melosas y pegajosas de la fiesta también generaron su incomodidad natural. Cabe destacar que la modelo terminó en la pileta con su nueva pareja, a la cual se tiró con su pantalón de vinilo engomado y con unos tacos que no serían sumergibles. Él, de acuerdo a las historias en redes sociales, lucía su tatuado lomo entre chapuzón y chapuzón.
La extravagante fiesta duró hasta las dos de la mañana y tuvo a un cierto equipo de invitados "famosos" que compartieron imágenes de la velada en la que estuvo toda la familia de Wanda y la música cumplió un rol fundamental y ensordecedor. Estos exabruptos despertaron recelos entre los habitantes de Santa Bárbara, que debieron soportar un ágape de este tipo un lunes.
Una vecina que vive a tres kilómetros de la casa de Wanda habló con Desayuno Americano por América TV. Allí remarcó que a la hora en la que se acostó, todavía se oía el altísimo volumen que caracterizó al festejo. "Somos alrededor de mil lotes", precisó en relación a los vecinos que debieron enfrentarse a lo ocurrido.
La mujer contó cómo son los castigos de acuerdo al código de convivencia que tienen. "Se les hace advertencias y decide el dueño en cortar la fiesta. Si no después va a tener que pagar las multas", explicó. Al mismo tiempo especificó que hay situaciones de este tipo en las que "a veces llaman a la policía".
"Yo sé que Wanda le pidió a la vecina que no la denuncie", aseguró la entrevistada. A su vez reconoció que "puede ser" que la administración del barrio haya redactado un escrito contra Wanda por ruidos molestos. "Te lo digo a lo largo del día, porque todavía la Administración no abrió", soltó. "Anoche a las 22 estuve ahí y era un movimiento de gente importante", advirtió después.
Por otro lado, al aire de LAM Ximena Capristo profundizó sobre las diferencias entre los vecinos del barrio ante este y otros problemas de convivencia. "Ahí hay otro quilombo de fondo. No es sólo la fiesta. El administrador del barrio está muy enfermo y los que agarraron el comité están tirándose piedras unos a los otros. Aparentemente estarían cobrando dineros extras que no corresponden. Y cuando uno forma parte de un comité, lo hace ad honorem", detalló.