31 Agosto de 2021 12:03
Después de mucho tiempo la Familia Real británica no es noticia por las andanzas del Príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, sino por una decisión que tomaría otra de las parejas dentro de la realiza que tendrá, de confirmarse, un gran impacto en la diaria de los royals.
Es que según publico the Daily Mail, el Príncipe William y su esposa Kate Middleton evalúan seriamente mudarse a la residencia de Windsor, la segunda en importancia después del Palacio de Buckingham, en donde su abuela, la Reina Isabel II perece buscar residir también después del fallecimiento del Felipe, el duque de Edimburgo este año.
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El acercamiento a su abuela implica, además, según expresaron fuentes al mencionado medio, que William se está preparando para tomar un rol más serio e importante dentro de las obligaciones de la Familia Real. Nadie quiere admitirlo abiertamente pero es una forma más de mostrarse como que se prepara para gobernar cuando le llegue el turno.
William y Kate Middleton hoy en día viven en Palacio de Kensington, en Londres, junto a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, pero también pasan varias semanas al año en la casa de campo de Anmer Hall, en Norfolk. En un principio esta última residencia tenía una utilidad práctica para William: estas cerca de la basa militar East Anglia, en donde servía.
“Está un poco lejos para ir los fines de semana, pero Windsor es perfecto. Están buscando opciones en la zona”, dijo una fuente de la corona al mencionado medio de comunicación. Otra de la ventajas de mudarse a Windsor es la cercanía con la casa de los padres de Kate, Michael y Carole, que estarían a tan sólo 64 kilómetros de distancia, mucho más cerca que ahora.
Quienes frecuentan a la Reina sostienen que la muerte de su marido generó un fuerte impacto en ella, por lo que también vería con buenos ojos mudarse a Windsor para poder estar más tiempo con su nieto y bisnietos. De ahí que las especulaciones sobre el cambio de domicilio son cada vez más grandes.
Además, la situación serviría para mostrar una imagen de unidad en los aspirantes al trono y la realeza debido a las revelaciones constantes que tienen en el centro de la escena a Harry y Meghan; y que tantos dolores de cabeza dicen que le provocan a Isabel II.
