21 Junio de 2020 15:47
Las aguas se habían calmado. El avance del brote de coronavirus en el Reino Unido y el contagio del príncipe Carlos parecían haberle puesto un fin a los fuertes cruces que protagonizaron los hijos de Lady Di desde enero, mes en el que el príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, anunciaron de modo unilateral su renuncia a la Familia Real. Sin embargo, en las últimas horas comenzó a circular un anticipo del libro en el que los duques de Sussex prometen revelar todo lo que realmente vivieron como miembros de la Corona.
De acuerdo al tabloide The Sun -alineado con el príncipe William-, Meghan y Harry acusan al heredero al trono y a su mujer, Kate Middleton, de haberlos "boicoteado" incluso durante su intento de renuncia pacífica a la Corona. Sin embargo, el peor ataque a los futuros reyes fue el adjetivo con el que, aseguran, Harry describió a su hermano y a su cuñada: "¡Son dos insensibles!".
"En la Familia Real preocupa que William en especial sea retratado con una mala imagen. Este tipo de escaramuza familiar no debería estar ahí afuera, en público. Esto no debería pasarles a los futuros monarcas. El libro prodría ser lo más perjudicial para la Familia Real desde la entrevista de Diana con Martin Bashir", sostienen desde el Palacio, en alusión a la nota que la por entonces princesa de Gales le dio a la BBC.
El libro fue escrito por Omid Scobie y Carolyn Dyrand, periodista con la que el hijo menor de Lady Di mantiene una estrecha amistad. Serán 320 páginas en las que, a partir del próximo 11 de agosto, Meghan y Harry prometen contarle al mundo quiénes son en verdad los miembros de la Corona.
La noche en la que Lady Di le clavó el peor puñal público a la Reina
Corría el año 1995. Por ese entonces, la princesa Diana de Gales y el príncipe Carlos llevaban tres años separados formalmente. Faltarían otros dos para que, obligados por la Reina dada la escalada de munición que el matrimonio se disparaba desde los tabloides, les ordenara que firmaran los papeles de divorcio. Eran tiempos de guerra mediática. Desde el entorno de los príncipes se filtraban casi a diario noticias, audios y videos para "embarrar" la cancha y arruinar la imagen de su pareja.
La idea de la princesa era ganarse a la opinión pública y lo logró. Primero, colaboró en secreto con el explosivo libro biográfico de Andrew Morton, en el que se detallaban todas las infidelidades de Carlos y hasta los intentos de suicidio de la princesa. Pero fue el 20 de noviembre de 1995, sólo meses después de comenzar su relación con el cardiólogo Hasnat Khan, que Diana decidió patear por completo el tablero. Organizó en secreto una entrevista con la BBC en la que por primera vez hablaba en público de su matrimonio.
El lunes 20 de noviembre de 1995, todos los televisores del Reino Unido sintonizaron la BBC. Había trascendido que la princesa Diana daría una polémica entrevista, una de las pocas que dio en vida. Nadie sabía qué diría, ni cómo se le había "pasado" al Palacio semejante ataque al protocolo. Lo cierto es que, con ayuda de su reducido grupo de amigos, Lady Di logró que todos los empleados que trabajaran con ella "se tomaran la noche", despejó su departamento del Palacio de Kensington y le abrió las puertas al periodista Martin Bashir.
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"Esa noche, recuerdo que le dije: 'No tenés que cometer el error de ser quien de la primera entrevista'. Ella me escuchó y me dijo: 'Tenés razón'. Lo que no sabía era que en ese mismo momento, los equipos de la BBC estaban ingresando en secreto para el Palacio. Fue un grave error. Al día siguiente presente mi renuncia indeclinable. Sentía que ya no podía trabajar con ella y me fui", reconoció uno de los secretarios privados de la princesa.
Me gustaría ser una reina en los corazones de la gente. Pero no creo que llegue a ser reina de este país"
Esa noche, además de haber reconocido las relaciones paralelas que mantuvo tras el fracaso de su "matrimonio real", la princesa le cantó retruco a la Reina. Hasta entonces, Diana conservaba su título de "Su alteza real", seguía siendo princesa y participaba -aunque cada vez menos- de las principales actividades públicas de la Corona. Era, después de todo, la madre del segundo en línea de sucesión al trono británico.
Durante la entrevista, la princesa dio su estocada final al advertir que no creía que su por entonces marido pudiera "soportar" el peso de ser Rey. Fue, para Elizabeth II, una traición imperdonable. "¿Creés que alguna vez serás reina?", indagó el periodista. "No, no lo creo", respondió con una sonrisa sarcástica. "Me gustaría ser una reina en los corazones de la gente. Pero no creo que llegue a ser reina de este país. Además, creo que mucha gente no quiere que lo sea y cuando digo 'mucha gente', me refiero al establishment con el que me casé".
"Ellos decidieron que soy una causa perdida, porque hago las cosas de una manera distinta; no sigo un libro de reglas. Lidero desde mi corazón y no desde la cabeza. Pero alguien tiene que salir y amar a la gente, mostrarles que les importan. Sé que la Familia Real ya no me apoya, me ve como una amenaza de algún tipo. Estoy acá para hacer el bien, nada más. Cada mujer fuerte tuvo que seguir un camino similar al mío en la historia. Es la fuerza de una la que genera desconfianza y genera miedo. ¿De dónde la saca? ¿Por qué es fuerte? ¿Cómo la va a usar? ¿Por qué el público la sigue apoyando?".
Creo que mi marido sufriría mucho ser rey, es mucho más limitante que ser príncipe y eso fue algo que siempre le pesó"
Minutos después, la princesa dio un paso más. "Creo que mi marido sufriría mucho ser rey, es mucho más limitante que ser príncipe y eso fue algo que siempre le pesó". Las palabras resonaron como una bomba en el Palacio. Al día siguiente, llovieron titulares por las explosivas confesiones de la princesa, quien en junio de 1993 ya había shockeado al mundo con las revelaciones del libro Diana, su verdadera historia. Lo que por entonces nadie sabía -pocos intuían- era que el libro fue escrito por Andrew Morton, pero dictado palabra por palabra por la propia princesa. ¿Su objetivo? Sacar a la luz la tortuosa vida que llevaba como miembro de la Familia Real, anticiparse a una campaña de desprestigio que intuía el Palacio haría en su contra tras la separación y dar comienzo al "operativo William Rey".
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"La Reina nunca le perdonó que cuestionara la capacidad de Carlos para convertirse en rey. Ese fue el motivo por el cual después de ver la entrevista, los citó a ambos y les ordenó que se divorciaran. En plan de Diana nunca fue el divorcio, ella quería otra cosa". Pero, ¿qué era lo que quería por ese entonces Diana? "Lo único que buscaba era que mi marido hiciera su vida con su amante y nos dejara a mis hijos y a mí seguir cumpliendo el rol", reconoció ella misma, en unas grabaciones realizadas por su "coach" de medios que se hicieron públicas hace pocos años.
"Diana quería que Carlos renunciara al trono y que William fuera rey. Ella no sería una regente, pero estaría a su lado. Estaba convencida de que su hijo haría un mejor trabajo y que estaba preparado para el mismo. En esa estructura, Harry también jugaría un rol importante. Su idea era transformar por completo a la Familia Real, pero no lo logró".