Meghan Markle y el príncipe Harry participaron la semana pasada de su último acto como miembros de la Familia Real inglesa. Obligados por la Reina Elizabeth II -les puso en enero esta condición, luego de la abrupta renuncia pública de los duques de Sussex-, los padres de Archie se mostraron en público junto al príncipe William y su mujer, Kate Middleton. El tenso encuentro, el desaire de los futuros reyes y cómo está hoy la relación de los hijos de Lady Di.

Todo sucedió en la abadía de Westminster. La Familia Real desplegó todo el protocolo para celebrar el día de la Commonwealth, que este año ofició también como despedida oficial de Meghan y Harry. El lugar en el que tuvo lugar el último acto público de Harry no es secundario: se trata de la misma iglesia en la que en 1997 se ofició el último adiós a la por entonces princesa de Gales.

"Para Harry nunca fue sencillo volver a Westminster. El entierro de su mamá fue una de los traumas más duros de su infancia. Jamás entendió por qué lo obligaron a caminar detrás del ataúd de Diana delante de la atenta mirada del resto del mundo. Fueron ese tipo de cosas las que lo llevaron a tomar la decisión de renunciar. No quiere que Archie esté atado a ese tipo de cosas. Por lo cual, que su último acto público haya sido ahí, no pasó inadvertido", precisan fuentes cercanas al hijo menor de Lady Di.

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Meghan y Harry fueron ubicados en el sector principal, pero en la tercera fila. La primera estaba reservada para William y Kate, quienes llegaron minutos después y se limitaron a saludar con frialdad a los duques de Sussex. "William está muy enojado y, aunque lo intentó, no pudo ocultar su desprecio. La relación entre los hermanos jamás va a volver a ser lo que era. Harry intentó acercarse tras la renuncia, pero William ni siquiera le respondió".

El desaire de William y Kate no pasó inadvertido por los medios ingleses. En efecto, todas las publicaciones británicas se hicieron eco de la frialdad con la que se saludaron los hermanos, en especial si se tiene en cuenta el amoroso trato que tuvieron para con el resto de los miembros de la Familia Real. "El problema es entre ellos. Harry se mostró relajado y hasta aliviado. William estaba muy tenso. Meghan intentó saludar a Kate, pero se encontró con una pared".

De acuerdo a lo analizado por Parri Wood, experto en lenguaje corporal, fue el hijo mayor de Lady Di quien más sufrió el encuentro. "Intentó confortarse llevando su palma de la pano a una de sus piernas, es lo que solemos hacer cuando no queremos mostrar cuál es nuestro verdadero estado de ánimo. Lo mismo se aprecia en sus labios: denotan mucha ira y un desesperado intento por ocultarla".

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"En su mirada se puede apreciar un dejo de tristeza e incomodidad con la situación", reconoció el experto consultado por la prensa británica. En lo que respecta a Harry, las sensaciones son más de alivio. "Para él fue el final de la pesadilla. Se sorprendió ante la frialdad de su hermano y de su cuñada, a quien llegó a llamar 'hermana mayor'; pero no le dio mayor importancia. Su energía está sólo focalizada en el futuro de su familia", precisan desde el entorno de los Sussex.

Pese a la pelea con William, el hijo menor de Lady Di sorprendió a su abuela al aceptar la oferta que le hizo para pasar el verano con ella. "Todavía no hay una confirmación oficial, pero Harry y Meghan van a llevarlo a Archie para que pase tiempo con la Reina. Ella está encantada con la decisión, dado que lleva mucho tiempo sin ver a su bisnieto. El encuentro será privado y no se espera que haya fotos oficiales".

Meghan Markle, el príncipe Harry y la cronología de la relación que sacudió a la Corona británica

Comenzaron su romance en secreto a mediados del 2016. Los presentó una amiga en común y tuvieron su primera cita "a ciegas". Blanquearon su relación en septiembre del 2017 en un evento de caridad en Toronto. Anunciaron su compromiso sólo un mes después. La boda tuvo lugar el 19 de mayo de 2018. Su primer hijo, Archie Harrison, nació en abril del 2019. En enero del 2020 anunciaron su renuncia a la Familia Real.