Pasaron sólo 24 días desde que se filtraran las imágenes que confirmaran el presunto affaire entre Natacha Jaitt y Diego Latorre. Desde entonces, Yanina volvió a compartir la cama matrimonial con el padre de sus dos hijos, pero todavía no descarta la posibilidad de una eventual separación. El día a día después del famoso “puntita-gate”.
Yanina y Diego llevan más de 23 años de matrimonio.
A continuación, las duras declaraciones de la panelista
El plan “reconquista” de Latorre: “Diego y yo volvimos a dormir juntos, aunque no me nace llamarlo o ser cariñosa. Sigue dando disculpas que, por ahora, no estoy aceptando. Pero lo banco: él está disponible al diálogo cuando yo lo necesito. Me propuso hacer un viaje juntos y no quise. Siento que ahora lo mejor es seguir hablando, preguntando y explicando. Sabe que no debe tomarme por boluda con intentos básicos de reconquista. No soy de las toman rehenes: los relojes y las carteras me los compro yo. Sólo quiero sensatez y honestidad”.
La reacción de su hija mayor: "Después de charlar con Lola, me vió llorando y me dijo: 'Por favor, no eches a papá, porque nosotros somos una familia'. Y entonces le juré que no lo haría".
La infidelidad: “No logro separar los cuernos de las consecuencias públicas. Me sacó su descuido, su torpeza de hacerlo con alguien que yo conozco. Diego fue más boludo que hijo de pu..., y eso es lo más doloroso. Ver, leer y escuchar es peor que el acto sexual. No me merecía esto: a mí me puede contar todo”.
El amor después de la traición: “Sé que no voy a montarme en el rol de policía: '¡No me mientas!' o 'demostrame tal cosa'. Ese vínculo patológico no tiene salida. Yo vivo relajada como siempre. Quien se lo pasará persiguiéndome con el culo a cuatro manos es él. ¡Por el susto que se pegó, es capaz de hacerse célibe!”.
La platea femenina, a su favor: “Tengo mucho aguante. Tanto, que hoy soy la única persona que banca a Diego. Él está triste y muy solo, alejado de sus viejos y sus amigos. Si hubiese tenido alguno le habría advertido: 'Acostate con otra; esa no te conviene'. Después de todo, no robó ni mató. ¡Al padre de mis hijos jamás veré acabado!”.
La dura vida de la botinera: “Diego no da un paso sin mí. Cada mañana le doy las medias, le pido turno con los médicos y hasta le corto las uñas de los pies. Siempre fue así. Le lloré cada gol. Firmé cada contrato. Hice sus mudanzas. Perdí un dedo por un cáncer de huesos que me atacó en México, sin pedirle que abandonase la concentración, y un embarazo de 3 meses, desangrándome con mamá en mi cuarto y en silencio antes de un Boca-River. La gente puede no entenderlo, pero así es: a un futbolista no se lo molesta. Siempre fui cero egoísta y le conté los problemas después de resueltos: el error de las mujeres fuertes”.
Las mujeres fuertes: “A los tipos les gusta sentir que sos una pelotuda y dependés de ellos. Pero siempre fui guerrera, una leona que cuida a su cría. Y Diego es parte de mi cría: yo lo adopté. Tal vez por eso hoy lo veo como a un nene que se rateó y lo pescaron”.
Jaitt visitó Intrusos y advirtió que todavía tiene grabaciones de Latorre.
Pese a la promesa que le realizó a su hija mayor, la rubia no descarta la posibilidad de pedirle el divorcio a quien fuera su marido por más de 23 años. “En casa no grité, no hice escándalo y traté de mantener una calma prolija. Y si finalmente decidimos separarnos, será todo muy ordenado”, prometió en diálogo con la revista Gente.