06 Junio de 2015 07:53
Las nuevas tecnologías revolucionan todos los aspectos sociales, incluso los incendios. Un vecino de Nueva York llamado John Thompson tomó imágenes aéreas con su dron de un incendio que ocurría en su vecindario. Los bomberos, incómodos por la situación o vaya a saber por qué, intentaron derribar el aparato con manguerazos de agua a presión.
Después de una batalla de 12 minutos contra el fuego, los bomberos emprendieron otra lucha. En su facebook, el propietario del dron escribió: “Es una conducta muy poco profesional de su parte. Ahora la cámara no graba más, así que destruyeron un dron de 2.200 dólares”, y se pregunta: “Si todos los canales estaban grabando. ¿Por qué yo no?”. Y esta pregunta abre una nueva polémica. En un recital, por ejemplo, un hombre atacó un dron que tomaba imágenes del show.
Pero los bomberos y el hombre del recital no fueron los únicos que destruyeron un dron. Un vecino ebrio y enojado destruyó uno de estos aparatos que estaba a prueba. La empresa 7 Lucky Drones estaba testeando la cámara valuada en 1.350 dólares cuando apareció el hombre y lo destruyó. Los dueños del dron no entendían nada.
En República Dominicana, la tevé de ese país realizó una prueba: hizo sobrevolar un dron para ver qué pensaba la gente. El experimento duró muy poco: guadias privados de una casa lo confundieron con un alien y lo atacaron a tiros. El audio del periodista es imperdible.
Lo vimos en muchas películas futuristas, pero -como dice la canción- el futuro llegó hace rato: la batalla literal entre el hombre y las máquinas.