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Claves para mantener la ciberseguridad: “Ahora los delincuentes digitales pescan en una pecera”

En una entrevista con BigBang, Pablo Lima, Sales Director de VU security, cuenta todos los secretos para cuidarse de los delitos digitales.

08 Agosto de 2021 08:00
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Durante la pandemia de coronavirus, los delitos digitales aumentaron de manera exponencial. Los delincuentes crearon nuevas formas de estafas y crearon un nuevo peligro latente en Internet. Como quedó en evidencia, los pros de la digitalización de diferentes campos se vieron afectados por las contras que generaron los delitos.

Ya sea por Internet, WhatsApp, redes sociales o mail, se registraron robos de todo tipo. De hecho, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci) demostró que el fraude y estafa en cuentas bancarias, y los delitos por suplantación de identidad crecieron un 3.000% en 2020.

En una entrevista con BigBang, Pablo Lima, Sales Director South Cone de VU Security, una empresa que fabrica software de ciberseguridad, explicó: “El mundo ha cambiado y en ese sentido, trabajamos desde hace muchos años para poder evitar los diversos tipos de delitos digitales”. Y agregó sobre sus creaciones: “La mision de la compañía es la de mejorar la condición de vida de los ciudadanos y de las organizaciones, construyendo experiencias digitales que sean seguras. La empresa opera en más de 27 países, principalmente en América Latina y Estados Unidos. Y tenemos una alianza muy fuerte con Microsoft con el que desarrollamos integrales consumiendo servicio de la nube de Microsoft para agregar valor a todas nuestras soluciones. En definitiva, liderar un proceso integral para el cliente. 

Y finalizó: “Microsoft nos premió por tercer año consecutivo por proyectos que velan por una mejor atención ciudadana, es decir proyectos que hemos liderado con gobierno de América Latina, y otros proyectos de la industria de los servicios financieros, donde hemos logrado a través de las soluciones una mayor inclusión social y financiera”.

-Desde el comienzo de la pandemia, las mayoría de las personas multiplicó la interacción en redes sociales de manera comercial, financiera o por ocio. ¿Cuáles fueron esos proyectos creados por ustedes que ayudaron a mejorar la vida de las personas?

-Nosotros como fabricante de software que tiene como objetivo proteger la identidad de los ciudadanos, y al mismo tiempo, productos y módulos que ayudan a prevenir el fraude transaccional, nuestro objetivo es meternos en el desarrollo de nuestro cliente ya sea público o privado, para mejorar la experiencia en ese canal digital, y por otro lado, hacerla más segura. El mayor desafío que todos hoy tenemos, es lograr el equilibrio perfecto entre esas dos cosas: que sea más usable la tecnología, que tenga menos pasos y que al mismo tiempo tenga la garantía que quien está operando sea quien dice ser. En el mundo actual, en lo que tiene que ver con los servicios financieros por ejemplo, el Banco Central estuvo normando una serie de cuestiones durante la última semana por la cantidad de estafas que hay. Obviamente, todos están mirando esto. El contexto de la pandemia hizo que todos comencemos a operar un poco más en los canales digitales y al mismo tiempo, todo lo que es digital es el miedo a lo desconocido. Estábamos acostumbrados a ir a un lugar y transaccionar de otra forma. A eso se le suman estos clichés de lo digital, de la revolución industrial 4.0, hicieron que todos los procesos cambien y que operemos de formas diferentes.  

-En ese contexto de más demanda en el mundo digital, ¿hubo un cambio social en cuanto a la prevención?

-En el mundo digital, el consumo ha crecido exponencialmente y no es casual que los ataques también hayan crecido. En esa fórmula matemática, el incremento de consumo en canales electrónicos creció, pero del otro lado, hay algo que se mantuvo estático y es la conciencia de la seguridad ciudadana. No es que ni vos, ni yo, o cualquiera sabemos más de seguridad que hace dos años. Eso requiere muchísimo trabajo de concientización. Así como hace mucho tiempo se comenzó a incentivar el uso del cinturón de seguridad que funcionó. Hoy todas las organizaciones están generando esa concientización puertas adentro y puertas afuera, para poder palpar y asimilar todos los recaudos que tenemos que tomar. Y obviamente, las empresas que prestan servicios están haciendo herramientas para poder afrontar esta nueva forma de operar en el mundo digital. 

-¿Cuáles son los errores que se suelen cometer en Internet y que ponen en riesgo la seguridad de nuestra identidad?

-La primera reflexión en esto es que tenemos que saber que cuando un producto es gratis, es porque el producto somos nosotros. Nadie nos va a regalar nada. La vida no funciona así. Así que cuando nos quieren seducir. Ese es un posible engaño. 

 

-Por ejemplo, los falsos premios en Internet. 

-Claro. Cuando nos llaman y nos dicen que nos ganamos un premio y tenemos que dar otra cosa a cambio, es falso. Utilizan una técnica que se conoce como ingeniería social, que después se producen otras técnicas para enmascarar un ataque, seduciendo a una persona  a cambio de otra cosa. 

-¿Cuáles son los recaudos a tener en cuenta?

-Primero no entregar información, ni datos confidenciales por teléfono, por mail, ni por SMS, muchos menos por redes sociales. De hecho, las redes sociales son una gran puerta para el defraudante y para el defraudador. De hecho, hay bancos en Argentina que han tenido que salir de las redes sociales  porque la suplantación de identidad de una entidad corporativa no es difícil hacerla. Y de vuelta, el ciudadano de a pie muchas veces no tiene el criterio para entender esas características. Entonces todavía hay un gran campo para este tipo de ataques o hechos delictivos. Al mismo tiempo, existe un organismo público en Argentina que es la UFECI, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia, que se especializa en esos tipos de eventos que diagnosticó que el año pasado hubo un 3000% de aumento en delitos de esa naturaleza. Hoy los atacantes pescan en una pecera. En términos de cambiar la realidad, mucho tiene que ver con la precaución.

 

-¿Qué otras medidas hay que tomar?

-No ir a un cajero automático si alguien me habla por teléfono y me dice que vaya y que genere tal acción. No hay que dar claves o cambiarlas porque ningún representante de un banco va a pedir eso. Y después todo lo que podemos hacer como ciudadanos. 

-¿Por ejemplo?

-Revisar el resumen de la tarjeta de crédito.  No sé cuántas personas lo hacen. Debemos ser muy pocos los que lo hacemos. Y la forma de detectarlo es desde la lectura del resumen. Hay una casuística en el fraude que ya está probada. Así que si yo te saco 10 centavos de tu cuenta, no lo vas a notar, pero si lo multiplico por un millón de 10 centavos ya empieza a ser atractivo. Entonces cuestiones que uno puede tomar para evitar los fraudes son esos. También no conectarnos a wifi que no sean seguras o que sean públicos. No utilizar el dispositivo, ya sea teléfono o computadora, para hacer una operación financiera. Obviamente la implementación de técnicas de segundo factor de autenticación como los tokens, que son muy importante. Lastimosamente en Twitter, por ejemplo, sólo el 7% de sus usuarios tiene el token activado. Es muy muy bajo. También verificar las tildes azules en redes sociales. Cosas que todos podemos hacer.