Intentando recrear la experiencia de estar encerrado en una celda de 2.70 metros de largo por 1.80 de ancho, TheGuardian.com creó una experiencia de realidad virtual con una video 360° que permite al usuario sentirse encerrado en un calabozo, pero desde la seguridad de su teléfono celular.
Así, sólo se requiere bajar una app que permite recorrer visualmente un espacio creado de manera digital, el cual sigue de cerca el diseño de la celda de una cárcel norteamericana promedio. De esta manera, puede descubrirse qué siente un detenido como Lázaro Báez, confinado en Ezeiza por el caso de corrupción que salpica al kirchnerismo.
La experiencia simula el encierro en una celda de 2.70 por 1.80 metros.
La experiencia fue ideada para llamar la atención sobre los daños psicológicos que puede generar el confinamiento solitario, sistema al cual están sometidos entre 80 mil y 100 mil presos en toda Norteamérica.
La presentación está acompañada por testimonios de personas que pasaron por la experiencia. Una de ellas fue Chandra Bozelko, una reclusa que pasó un mes encerrada en solitario, quien relata que estaba tan delgada y demacrada que cuando volvió a su régimen normal de encierro que sus compañeras del pabellón pensaron que se había sometido a sesiones de quimioterapia.
Albert Woodfox (a la derecha) pasó 43 años en confinamiento solitario.
Por su parte, Albert Woodfox, otro ex presidiario que ofreció su testimonio, estuvo en confinamiento solitario durante 43 años antes de recuperar definitivamente su libertad. "No estoy acostumbrado a sentir gente moviéndose alrededor mío", contó. "Durante 43 años, la única persona afectada por lo que hacía era yo. Lo más difícil para mi ahora es recordar que otras personas pueden ser afectadas por mis acciones, sean intencionales o no. Tengo que aprender un sistema nuevo de valores".
Sentirte por un minuto en la cárcel de Ezeiza
Esa situación de encierro y soledad no dista mucho de la que vivió Leonardo Fariña luego de ofrecerse a declarar por la causa de al ruta del dinero K. La única diferencia es que el valijero fue confinado para resguardar su integridad física, no porque haya sido castigado. Durante el tiempo que estuvo sometido a ese régimen, el "arrepentido" sólo podía salir al patio una hora al día. Eventualmente, y a pedido de su abogado, fue trasladado a la enfermería del Complejo Penitenciario de Ezeiza para que pudiera moverse en un lugar un tanto más amplio y, días después, abandonó el presidio por estae bajo el régimen de testigo protegido.
Los presos en Ezeiza pasan sus días conviviendo con los demás reclusos de la cárcel de máxima seguridad: en Argentina no se usa mucho el castigo de la reclusión en solitario y se aboga más a la convivencia entre los reclusos. Sin embargo, la celda virtual que puede recorrerse en la experiencia 360° nos puede dar una idea de cómo podrían ser los días de algunos de los detenidos más populares del presidio, como Lázaro Báez, Daniel Pérez Gadín, Jorge Chueco, los hermanos Lanatta, Víctor Schillaci, Jorge Mangeri o el baterista de Callejeros.
Las celdas individuales de Ezeiza dan a espacios de uso común.
El penal de máxima seguridad de Ezeiza fue concebido con una modalidad "anglo", donde los reclusos tienen su lugar en los espacios de encierro individuales, que son conectados por espacios en común. De esta manera se dejó de lado los pabellones multitudinarios usuales en las cárceles argentinas y latinoamericanas.