15 Febrero de 2016 20:13
Las impresoras 3D están abriendo paso a nuevos esquemas y posibilidades en diferentes rubros, como el mercado de los juguetes y la medicina.
La firma de juguetes más grande del mundo, Mattel, retomó una de sus viejas creaciones de 1960, que consistía en poner un líquido en diferentes moldes para crear juguetes de plástico: el Thingmaker.
La impresora de juguetes costará 300 dólares.
En esta oportunidad, la compañía estadounidense lanzó su “antigua” versión para los jóvenes aprovechando la impresora 3D. Este nuevo instrumento funciona con una aplicación para teléfonos celulares, disponible para iOS y Android.
Desde esta app, se podrá diseñar cualquier tipo de figuras y enviarlas directamente desde el dispositivo hacia la impresora de forma inalámbrica.
El nuevo Thingmaker costará U$S 300 y estará apuntado para usuarios de 13 años en adelante. La impresora cierra su tapa cuando está en uso y su cabezal se retrae cuando está apagada, para así evitar accidentes con el plástico caliente.
Tendrá un mecanismo de seguridad para prevenir accidentes.
La aplicación fue creada junto con la compañía de software Autodesk e incluye varios modelos “prediseñados” como anillos, collares, escorpiones, dinosaurios o esqueletos, entre otras cosas. La app ya está disponible para su descarga en los stores de iOS y Android.
Además, se podrá elegir entre diferentes colores e imprimir piezas articuladas que encajen en otras por medio del básico sistema de “bola y hueco” para personalizar cada parte del juguete.
Se podrán utilizar varios tonos de colores para la creación de juguetes.
La impresora Thingmaker estará disponible en Amazon desde este lunes, aunque los envíos no se realizarán hasta el tercer trimestre de este año.
A pesar de que la tecnología está pensada en principio para crear juguetes únicos, también puede ser usada por Mattel para ofrecer impresión de accesorios para sus muñecas Barbie o sus autos Hot Wheels.
Avance en la ciencia y en la medicina
Los implantes tuvieron éxito en roedores.
Según reveló un estudio publicado por la revista británica Nature, científicos en Estados Unidos lograron utilizar una “sofisticada y mejorada” impresora 3D para fabricar tejido vivo, que ya fue implantado con éxito en animales.
La investigación fue llevada a cabo por el Wake Forest Baptist Medical Center de Carolina del Norte, que afirmó a través de un comunicado que estas estructuras podrían ser implantadas en el futuro en pacientes, superando "varios obstáculos técnicos" que lo dificultan en la actualidad.
Entre los tejidos vivos que se fabricaron en la “bioimpresora” se encuentran: estructuras cartilaginosas, óseas y musculares "estables". Además, el informe detalla que, luego de implantarse en roedores, maduraron hasta convertirse en tejido funcional, desarrollando incluso un sistema de vasos sanguíneos.
Se fabricaron estructuras cartilaginosas, óseas y musculares.
"Esta nueva impresora de tejidos y órganos es un avance importante en nuestro objetivo de fabricar tejido de repuesto para pacientes", explicó Anthony Atala, director del Instituto de Medicina Regenerativa del Wake Forest.
Según el experto, la bioimpresora 3D puede fabricar "tejido estable a escala humana de cualquier forma y tamaño", lo que permitiría "imprimir tejido vivo y estructuras de órganos para la intervención quirúrgica".
Lograron fabricar una oreja de 38.1 milímetros.
Por último, los investigadores lograron fabricar una oreja de 38.1 milímetros, un tamaño apto para un bebé, capaz de sobrevivir y de presentar signos de vascularización uno y dos meses después de ser implantada.
"Nuestros resultados indican que el uso una 'biotinta' combinada, unido al desarrollo de 'microcanales', crea el entorno adecuado para mantener vivas a las células y favorecer su crecimiento y el de los tejidos", concluyó Atala.