Parece que los ciberdelincuentes avanzan a pasos agigantados en lo que respecta a las estafas virtuales. Si bien se habla mucho del robo de datos de las cuentas bancarias o de tarjetas, lo cierto es que también existe aquellos que roban cuentas de Whatsapp, unas de las aplicaciones de comunicación hoy más usadas.
Lo cierto es que las formas que los ladrones pueden tomar control de nuestras cuentas son varias, y hay que conocerlas. Una es infectar o intervenir de manera remota el dispositivo con malware. Así, una vez que están dentro, pueden acceder a WhatsApp y a todas las aplicaciones que tengamos y tomar el control del mismo. Incluso, pueden hacerlo para hacerse pasar por nosotros, robar información personal, datos del dispositivo, engañar a nuestros contactos, y muchas cosas más.
A través de esta app, lo que suele suceder es que el usuario descarga un virus, sin saber que se trata de algo malo. Usualmente llega un mensaje o enlace que nos resulta familiar, genera nuestra confianza, y damos click. De esta manera, los hackers ya pasan a tener acceso a todo.
Viruela del mono: los dos grupos de pacientes que representan un riesgo ante la enfermedad
Sin embargo, esta no es la única manera: también pueden ir por la suplantación de identidad, que es hacerse pasar por nosotros y engañar a nuestros contactos. En general, lo que hace es descargar nuestra foto de contacto en un teléfono nuevo, copiar el estado de WhatsApp, dejar todo igual a lo que tenemos en nuestra cuenta y así se hacen pasar por nosotros.Aún así, hay algo aún más frecuente en estos días, que es robar nuestra línea telefónica o códigos de seguridad. Al descargar la aplicación en un teléfono nuevo, registran nuestro número de teléfono, nos solicitan el código de registro haciéndose pasar por equipos de seguridad de WhatsApp o envían links en donde lo hacen, y la cuenta ya queda registrada en el teléfono de delincuente con acceso completo a la misma.
Cómo evitarlo
Para evitar caer en estas estafas, el ingeniero Pablo Rodríguez Romeo sostiene que hay que estar muy atentos al uso que le damos a nuestras redes sociales y a nuestros dispositivos. Por eso, recomienda:Ante un contacto o mensaje sospechoso, o incluso un mal funcionamiento de la aplicación, hay que desconfiar. Si nos contactan desde un número que no tenemos registrado, notamos un cambio de actitud de un contacto que nos es familiar, o si nos escriben desde un banco o desde el servicio de seguridad de WhatsApp; hay que tener en cuenta que todo esto podría tratarse de un contacto sospechoso y lo ideal es no responder.