Lo dice Bill Gates, lo dice Mark Zuckerberg y hasta Bono, la voz de U2. Para 2020, todo el mundo podría tener Internet. Y cuando hablan de todo el mundo, no lo dicen como una forma de decir.
La meta de los popes de la tecnología se inscribe dentro del marco de la declaración de la ONU sobre el objetivo -que parece tan imposible como ansiado- de erradicar la pobreza extrema para 2030 (lo que requeriría una inversión de entre 3.5 y 5 billones de dólares).
Teniendo en cuenta que Google, Facebook y Samsung son algunas de las compañías que están trabajando en el asunto y que quieren liderar el próximo gran salto en las telecomunicaciones, el acceso a Internet a escala global, no parece algo tan utópico. La coincidencia es que las tres compañías (y algunas otras con proyectos más modestos) miran al cielo como la probable vía para alcanzar la meta propuesta.
No solo se trata de llegar a los lugares más recónditos de la Tierra, también se está pensando en poder dar respuesta a una demanda creciente que requiere nuevas infraestructuras para ser abastecida.
Google quiere llenar el mundo de globos
El Proyecto Loon (de baloon, globo en inglés) es el plan de Google para proveer Internet a todo el mundo, incluyendo los dos tercios de la población mundial que aún no tienen acceso a la web. Comenzó en 2013, en Nueva Zelanda. Está compuesto por una red de globos que viajará sobre el límite con el espacio exterior. Y fue pensado para conectar a las personas que habitan zonas remotas o rurales, para llegar a las zonas con falta de cobertura y para que las personas puedan volver a tener Internet después de una catástrofe.
Los globos del Proyecto Loon.
Los globos del Proyecto Loon flotan en la estratósfera y superan dos veces la altura de los aviones y del clima (por lo que ni uno ni otro los afectan), y usan las diferentes capas de viento de la estratósfera para desplazarse. En sociedad con empresas de telecomunicaciones para compartir el espectro celular, es posible comunicarse a la red del globo desde un dispositivo con LTE. La señal pasa a través de la red del globo y vuelve a la Internet global en la Tierra.
Parece que volaran en una nube de humo, pero no: en 2016 comenzarán a operar en Indonesia, lanzando unos 300 globos que estarán flotando en una línea que estará dándole la vuelta al mundo, y que funcionarán como antenas de celular flotantes, y ya tiene acuerdos con operadoras de Indonesia para dar servicio (son las que le ofrecen la conexión a tierra y el vínculo con los usuarios).
Los globos pueden dar conexiones tipo 4G (10 megabits por segundo), están hechos de un plástico parecido al que se usa en las bolsa de basura; y son autónomos: van fijando su posición cambiando la altitud para usar corrientes de aire que los llevan a uno u otro lado para, así, seguir el curso que Google definió al inicio de su viaje. El equipamiento que llevan es mínimo, para reducir su peso y mejorar su autonomía.
Facebook quiere drones y satélites
La red social hizo una alianza con la compañía de satélites francesa ETCMY para lanzar un satélite que podrá brindar acceso a Internet a la población de África subsahariana. El satélite se lanzará el próximo año y el servicio empezará en la segunda mitad de 2016.
Zuckerberg, de Facebook, uno de los impulsores de Internet.org.
El satélite forma parte de la plataforma Internet.org de Facebook para expandir el acceso a Internet en zonas menos desarrolladas.
Según aseguró el propio Zuckerberg, el satélite AMOS-6 cubrirá buena parte del oeste, el este y el sur de África: "La infraestructura de conectividad tradicional para conectar personas que viven en regiones remotas a veces es difícil e ineficiente, por lo que debemos invertir en nuevas tecnologías".
Actualmente la plataforma Internet.org ofrece acceso gratis a servicios de red enfocados en empleos, información sobre agricultura, salud y educación, y, claro, la propia red social de Facebook y servicio de mensajería.
Facebook cuenta con unos 20 millones de usuarios en Nigeria y Kenia y la mayoría accede a sus perfiles a través de teléfonos móviles.
Pero este no es el único proyecto de Facebook para llevar Internet a los lugares donde no llega. La compañía acaba de construir un drone solar gigante que pasará varios meses en la estratósfera transmitiendo Internet de banda ancha en áreas de difícil acceso.
Su nombre es Aquila y es una aeronave no tripulada impulsada por energía solar, fue diseñada para volar muy por encima del espacio aéreo comercial y el clima, y permanecer en el aire durante tres meses cada vez. Sería capaz de brindarle acceso a Internet a personas ubicadas en un radio de 80,47 kilómetros.
Aguila, el dron de Facebook.
Este gigante tiene forma de V y mide 42,67 metros de diámetro -aproximadamente la envergadura que un Boeing 737. Está hecho de fibra de carbono ligero que es de dos a tres veces más fuerte que el acero cuando se cura y está cubierto de células solares. Pesa unos 339 kilos equipado con motores, baterías y equipo de comunicaciones.
No necesita pista de aterrizaje. Y su lanzamiento se realizará atándolo a un globo de helio que lo llevará flotando más allá del clima y el espacio aéreo comercial. Durante el día, navegará en círculos a 27.432 metros, absorbiendo la energía solar, mientras que por las noches, entrará en modo de ahorro de energía y navegará a una altura de hasta 18.288 metros.
¿Cómo hará para ofrecer Internet? Mediante un sistema láser que conectará el suelo y el drone. El equipo de Facebook que trabaja en la tecnología láser afirmó que ha alcanzado velocidades de decenas de gigabytes por segundo, suficiente para permitir que cientos de miles de personas tengan acceso a Internet de banda ancha al mismo tiempo.
Fue construido en el Laboratorio de Conectividad de Facebook que trabaja en la misión de la red social para "conectar a todos en el mundo". Yael Maguire, el director de ingeniería del mencionado laboratorio lo definió como: "una especie de columna vertebral del internet usando láseres en el cielo"
Yael Maguire, del Laboratorio de Conectividad de Facebook.
Además del Áquila y los satélites, la compañía está trabajando también en láser y tecnología de Internet terrestre. Sin embargo habrá que esperar para ver a este gigante más allá de las pruebas, ya que esta tecnología está a años de distancia de ser utilizada en el campo y la Facebook todavía no habla de fechas exactas.
AlterMundi, para los argentinos
AlterMundi es una ONG con sede en la provincia de Córdoba. Su objetivo es llevar igualdad a través de la tecnología. Entre otros proyectos, desarrolló QuintanaLibre para llevar Internet a José de la Quintana y otros pueblos del sudoeste de Córdoba, usando software libre y hardware de bajo costo. Creó una red descentralizada usando routers Wi-Fi convencionales y un firmware especial para modificar su funcionamiento. De esa manera, lograron ofrecer acceso a Internet en zonas donde no hay servicio comercial.
Es un proyecto comunitario y la red se va armando en los techos de las casas y la propia comunidad se ocupa del mantenimiento. Cada comunidad define cómo desplegará, y cómo se mantendrá su red. Y cada miembro de la red (o sea cada casa) se hace cargo de su nodo. Entre todos pagan el resto de los costos.
Para interconectar las redes, se instaló una torre en uno de los cerros más altos del valle, desde donde se enlaza con la Universidad Nacional de Córdoba que tiene presencia en el centro de datos y se interconecta con la empresa Silica Networks, que dona una conexión de 20 Mbps de capacidad para el proyecto comunitario.
Samsung quiere llenar el cielo de satélites
Cuatro mil seiscientos satélites orbitando en el cielo, brindando conexiones móviles para llevarle Internet a todo el mundo: esa es la idea de la empresa surcoreana. Y sus planes al respecto son de lo más ambiciosos (aunque por ahora es sólo una propuesta; no hay fechas ni presupuestos).
Samsung planea poner 4.700 satélites orbitando, pero pequeños.
En la actualidad, los servicios de Internet satelital usan satélites grandes posicionados a grandes distancias de la superficie de la Tierra. Esto hace que el servicio sea lento y caro. La contrapropuesta de Samsung es usar más satélites que sean más pequeños y menos costosos y que estén posicionados en una órbita más baja (a 1.500 km de altura) para evitar problemas de latencia.
El uso de esta órbita baja trae aparejado un desafío, ya que la velocidad de los satélites podría ser demasiado alta como para asegurar la comunicación. La respuesta de Samsung para subsanar este posible problema es poner una gran cantidad de satélites, que viajarán rápidamente, recibiendo datos y soltándolos antes de pasar a la siguiente zona y dejar esta para el satélite que viene detrás.
A través de estos nano satélites Samsung podría ofrecer hasta un zetabyte de capacidad por mes y permitiría alcanzar velocidades de hasta un terabyte por segundo por dispositivo.