El amor está a la vuelta de cualquier esquina. ¿Cómo no me anime a decirle “hola”, a ese chico/chica del subte? Esas son las dos premisas detrás de Happn, una aplicación de citas que ya usan 490 mil argentinos y que podría definirse como una suerte de Tinder pero más romántica... al menos ese es el espíritu que subyace detrás de esta compañía de origen francés.
Una segunda oportunidad para ver a esa persona que se cruzó.
La idea es simple: encontrarse con las personas con las que los usuarios se cruzan, literalmente, a lo largo del día. Esa chica de la esquina que alguien vio una sola vez, el chico que viste varias veces en el kiosco, a la misma hora, y que evidentemente trabaja en la misma zona, o ese compañero ocasional de viaje en el transporte público.
También muestra amigos en común.
Se instala la aplicación móvil en el smartphone -es completamente gratis-, se habilita el GPS y listo. Eso sí, ambos interesados tienen que tenerla en sus móviles. Así, cada vez que un usuario se cruza con otro en un radio de 250 metros, su perfil aparecerá en su móvil.
Los perfiles se dan de alta usando la información de validación de Facebook (no aparece nada en el perfil de la red social) para garantizar un nivel mayor de autenticidad. Luego, cada usuario configura su datos con nombre (sin apellido), edad, fotos y algún dato biográfico que se quiera indicar.
La app te “guía” para hallar a “esa” persona.
“Todas las apps de citas de la competencia son virtuales. Nosotros partimos de la realidad porque, en definitiva, es alguien cercano. Happn hasta dice cuántas veces te cruzaste con esa persona en el día. Todos vivimos un flechazo alguna vez que pasó sin que hiciéramos nada en el momento.
¿Cuántas veces, por timidez o lo que sea, nos arrepentimos de no haberle dicho algo a alguien? Venimos a solucionar eso”, explica Carmen Castillo, chilena, vocera de la compañía para la región... y usuaria. “Sí, conocí a varios chicos por la app. Acá en Buenos Aires todavía no, pero tuve muchos likes”, asegura.
Una vez que un usuario recibe un perfil de otro puede darle un “like”. Si de otro lado contestan con “like” también se produce un “crush” y se habilita un chat para hablar y, eventualmente, combinar un encuentro. Si el “like” no es respondido y la persona quiere insistir, puede mandar un “saludo”. Ahí está el modelo de negocios de la compañía: ese saludo se cobra, pero solo para los varones, las chicas pueden saludar gratis.
Versión del chat de la aplicación.
En la Argentina, de entrada hay 10 saludos gratis. Después se pueden comprar 10 por US$ 1,99; y 100 por US$ 16,99 (hay que pagarlos con tarjeta de crédito y sumarle el 35% por consumo en dólares).
Casi medio millón de argentinos la usan.
Happn nació en Francia en 2014. Está presente en 30 ciudades y tiene 8 millones de usuarios en el mundo. De los 370 mil locales, 290 mil están en Buenos aires. La compañía planea duplicarlos en un año. “La seguridad es muy importante para nosotros, por eso el perfil está a asociado a Facebook. Además, somos una herramienta. Por eso pedimos que la información que se pone en los chats sea siempre prudente”, pide Castillo.
A nivel local, la mayoría de usuarios tienen de 18 a 25, le sigue de cerca 25 a 35, pero hay de todas las edades. La cantidad de hombres y mujeres está muy pareja, 40% mujeres y 60% hombres. Eso sí, la empresa asegura que las argentinas son las segundas de la región más proactivas, o encaradoras, después de las brasileras.