21 Abril de 2015 14:32
"No lo podés sostener con la mano, no va a funcionar”, dijo Steve Jobs en 2010 cuando Samsung lanzaba su exitosa serie Galaxy S de smartphones, la que my pronto ayudaría a posicionarlo como el primer fabricante de teléfonos del mundo. Es más, Jobs compraró a los móviles de su compencia con “Hummers”, en referencia a los aparatosos y rústicos autos. El mítico fundador y CEO de Apple amaba los celulares que podía ser manejados cómodamente con una mano.
Pero Steve murió en 2011 y la industria siguió el camino de la maximización: pantallas cada vez más grandes y “phablets” (mezcla de tableta y teléfono inteligente) coparon todo. Apple, comandada por siguió la tendencia: hizo lo mismo: el exitoso iPhone 6, que se presentó el año pasado, viene con dos tamaños de pantalla, 4,7 y 5,5 pulgadas.
Pero las modas tecno son pendulares: ahora los rumores indican que el nuevo modelo que Apple presentará en 2016 tendrá también el tamaño de 4 pulgadas, muy cerca de las 3,5 pulgadas del modelo original de 2007. Así, la compañía comenzaría a recorrer un camino inverso, hacia modelos más chicos.
La bomba especulativa la tiró el sitio especializado DigiTimes, que cuenta que Apple ya está hablando con uno de sus proveedores, el fabricante taiwanés de pantallas AUO-AU Optronics, para definir el tamaño de los futuros iPhone 2016. Y serían chiquitos. ¿Se animará a ir contra la corriente? No sería la primera vez.