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Los imbatibles secretos que escondió Toru, su creador, para ser el rey del Pac Man

El programador que creó el juego dejó pequeñas ayuditas para poder pasar los 255 niveles. BigBang te acerca el manual de instrucciones para vencer a los fantasmitas.

10 Enero de 2017 09:11
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Toru Iwatani jamás imaginó que el pedido que le hizo su jefe esa tarde de 1979 iba a modificar por completo el mercado de los videojuegos. Sentado en su cubículo en las oficinas de Namco, en Tokio, el programador de 24 años se quedó perplejo. La compañía le había dado un deadline para crear un entretenimiento cuya única premisa era que la principal acción del protagonista fuera comer.

El juego tiene sólo 255 niveles por un error de programación. Se dieron cuenta en 1999.

Tardó ocho meses en cumplir, pero lo hizo con creces. Asistido por dos compañeros, Iwatani sorprendió a sus superiores en abril de 1980. El juego era brillante, universal y, por sobre todas las cosas, adictivo. Un mes más tarde, el sábado 10 de mayo, la compañía lo presentó al mercado japonés. Su nombre original: puck-man. 

Pasaron sólo tres semanas hasta que su idea desembarcó en Estados Unidos. Eso sí: los dueños de Midway (la empresa que compró sus derechos y años después volvió a ganar mercado al lanzar Mortal Kombat) le cambiaron el nombre, tenían miedo de que los adolescentes gringos lo bautizaran “fuck-man”.

Las máquinas originales se consiguen en promedio por ocho mil pesos.

Desde su lanzamiento, hace exactamente 440 meses y 10 días, Pac Man supo cosechar billones de fanáticos. Pero, aunque el promedio de juego supera con creces las dos horas, pocos saben cómo ganarlo o, por caso, superar la quinta pantalla (el gran filtro, según las estadísticas). Atento a los potenciales jugadores, Iwatani se encargó de dejar pequeñas ayudas, rincones secretos y hasta un fantasma que, en realidad, nunca se acerca al protagonista amarillo. BigBang te presenta los cinco consejos clave para convertirte en el rey de los laberintos.

1. Los lugares que hay que comer primero y "dots" energizantes

El diseño del laberinto y la velocidad de los fantasmas convierten al inferior de la pantalla en una de las áreas más peligrosas del juego. Es por eso que la recomendación de los expertos es clara: comer la mayor cantidad de “dots” (puntos en inglés) al comienzo del juego, cuando todavía la mayoría de los fantasmas se encuentra encerrada.

El borde inferior de la pantalla es el más peligroso para Pac Man.

Aunque muchos suelen recurrir a los energizantes (los “dots” esquineros que permiten comer a los fantasmas) para salvar su vida, la sugerencia es dejarlos para el último momento. ¿El motivo? La ingesta de cada fantasma duplica el bonus de puntos recibido, lo que, al ir alcanzando cifras redondas, genera nuevas vidas.

 

2. El perfil psicológico de Clydy, Inky, Pinky y Blinky

Es un error pensar que todos los fantasmas “piensan” de la misma manera. De hecho, hay un índice de “efectividad” que permite establecer un orden de prioridades al momento de prestarles atención durante el juego. También tienen “áreas de dominio”, los lugares de la pantalla a donde siempre quieren regresar.

Blinky tiene un 90 por ciento de efectividad.

El “demonio” es Blinky, cuyo nombre real es Shadow y es de color rojo. Tiene un 90 por ciento de efectividad: es decir, si acorrala a Pac Man, el protagonista tiene sólo una de diez chances de seguir con vida. Su área preferida es el margen superior derecho.

Pinky es el segundo más efectivo, pero da chances: 70%.

De cerca le sigue Pinky, conocido originalmente como Speedy. El fantasma rosado tiene un 70 por ciento de efectividad y se refugia en el margen superior izquierdo. El celeste, conocido como Inky (Bashful, en realidad), empata al protagonista en habilidad. Con él, la suerte se reparte 50 a 50, aunque se mueve mejor en el borde inferior derecho del laberinto.

Clyde es el único que no busca a Pac Man. Tiene sólo un 20 por ciento de efectividad.

¿Cuál es el personaje al que casi ni hay que temer? Clyde, el naranja que nació como Pokey, tiene sólo un 20 por ciento de efectividad. Además, es el único que no sigue los movimientos del protagonista: su único interés es deambular por la pantalla, hasta centrarse en el margen inferior izquierdo.

3. Cómo anticiparse a la estrategia de los fantasmas

Está claro que todos, salvo Clyde, persiguen en todo momento a Pac Man. Pero, ¿cómo anticipar su dirección? Minutos antes de realizar cualquier movimiento, cada personaje indicará con sus ojos la dirección que tomará. Otro dato a tener en cuenta es que jamás realizan el mismo recorrido, por lo que siempre hay una ruta segura para escapar.

Existe, además, un lugar al que no les gusta ingresar: el túnel. No sólo tienden a evitarlo, sino que además la velocidad del protagonista se incrementa cuando lo atraviesa, por lo que es una de las mejores alternativas para “sacarse de encima” a los fantasmas. Lo mismo sucede cuando el “queso” transita caminos sin “dots”.

Desorientar a los fantasmas es posible: sólo siguen la primera dirección tomada por Pac Man. De este modo, se puede hacer un “ole” y mandarlos al lado opuesto de la pantalla.

4. Las esquinas aliadas y el único punto muerto

Aunque muchos usuarios le temen a los rincones del laberinto, el programador se encargó de que los fantasmas intenten evitarlos cada vez que pueden. El único recaudo que hay que tener es que no haya un rival en el otro extremo.

El punto muerto del juego en la versión original.

De hecho, en la versión original del juego existe un punto muerto, una esquina en la que protagonista puede quedarse al menos un minuto sin que ningún fantasma se le acerque. Esto, claro, aplica sólo para la primera versión.

5. Las vidas y la mejor forma de acumular energía

Además de capitalizar el bonus que ofrecen los dots energizantes, los expertos recomiendan prestar especial atención a los objetos ubicados debajo de la celda de los fantasmas. No aparecen en todo momento, pero siempre hay varios por nivel, todo depende del tiempo de desarrollo de cada pantalla.

Toru Iwatani tenía sólo 24 años cuando creó el juego.

En la versión clásica, la primera vida extra llega después de los 10 mil puntos (es decir, tras los primeros mil dots consumidos). Si se tiene en cuenta que sólo hay 240 dots por nivel (es decir, sólo por comer los puntitos se obtiene un máximo de 2400 puntos), los objetos extra son una de las mejores formas para hacerse de vidas.

Los dots energizantes, en tanto, suman 50 puntos y permiten al jugador ir tras los fantasmas quienes, en tono azul, toman la dirección opuesta a la que se dirigían y pueden ser comidos por Pac Man. El primero ofrece 200 puntos, el segundo (al hilo) 400, el tercero 800 y el final, el más complicado, 1600.

Los objetos, pasado el nivel 13, ofrecen hasta cinco mil puntos.

De esta manera, es posible sumar una vida por pantalla si se suman los 2400 de los dots regulares, los 200 de los energizantes y el consumo completo de los fantasmas en las cuatro oportunidades que el juego ofrece (3 mil por energizante, 12 mil en total). Si te dieron ganas de jugar, hacé click acá.