31 Julio de 2015 16:40
La cifra es casi inabarcable: 1.000.000.000.000.000.000 o sea, un trillón. Esa es la cantidad de cálculos por segundo que podrá hacer la supercomputadora que Estados Unidos quiere construir antes de 2025. Y es tan importante que el presidente Barack Obama firmó una orden ejecutiva llamada Creación de una iniciativa nacional y estratégica de computación. Un ente que centralizará todos los esfuerzos e investigaciones para crear el primer sistema de cómputo a exaescala, con una capacidad de 1.000 pentaflops.
Permitirá avances en defensa, medicina y será predictiva
Esa velocidad de procesamiento es 20 veces superior a la de la computadora más potente de la actualidad, una máquina china, y mil millones de veces superior al de un ordenador personal. Paradojicamente, el país con más supercomputadoras no tiene la más rápida.
Tianhe 2, la supercomputadora china que asusta a EE.UU.
La top one es china,se llama Tianhe-2, está en el Centro de Computación Nacional, en Cantón y tiene una capacidad de procesamiento de 33,86 pentaflops, el doble de la máquina estadounidense más rápida, la segundona Titan. Es, claramente, una guerra por el cyberliderazgo.
Boicot y espionaje
Cuando los chinos quisieron mejorar su máquina se encontraron con el boicot de EEUU. El proveedor de tecnología Intel solicitó una licencia para exportar decenas de miles de chips destinados aTianhe-2, pero el Departamento de Comercio -a instancias de la NSA-, se lo negó apelando a su preocupación sobre la investigación nuclear que supuestamente se están realizando con esa máquina. Le “informaron” que esa exportación sería "actuar contrariamente a la seguridad nacional y a los intereses de política exterior de Estados Unidos".
Guerra digital en tiempo real
Los chinos, entonces, y basados en modelos de chips Xeon de Intel, cuyos detalles técnicos habrían sido pirateados comenzaron un desarrollo propio que ya estaría avanzado.
Paralelamente -cualquier parecido a una compensación es pura casualidad- Intel firmó un acuerdo de unos US$ 200 millones con el gobierno estadounidense para participar en la construcción de la futura megacomputadora. Como siempre, la realidad supera la ficción. La guerra ya empezó.