Easy Taxi es una aplicación que nació en Brasil a mediados de 2011. Contacta a taxistas y pasajeros de manera directa y (por el momento) sin costos extra para pasajeros ni para taxistas.
Su funcionamiento es simple: una vez instalada la aplicación en el teléfono, el GPS detectará la calle donde está el pasajero; al tocar el botón “Pedir Taxi” la aplicación busca al taxista más cercano, quien a su vez deberá aceptar el viaje para que Easy Taxi le envíe toda la información del chofer al pasajero (foto, número de celular, modelo del auto y patente) y del pasajero al chofer (nombre y número de teléfono).
El sistema tiene más de 5 millones de usuarios en los 26 países en los que funciona. En la Argentina estaba disponible en Buenos Aires, Rosario y Córdoba, y su idea es expandirse.
Sin embargo, la semana pasada, a pedido de varias compañías de radio taxi, el Gobierno porteño sancionó a Easy Taxi con una inhabilitación de 5 años por no cumplir con los requisitos de la Ley 3622 del Código de Tránsito y Transporte.
La norma establece que los taxis solo pueden levantar pasajeros en la calles, en las paradas y por teléfono, y siempre a través de una empresa con una ubicación física para las oficinas, al menos 300 móviles y respetar la tarifa de seis fichas por cada viaje otorgado.
Es gratis para choferes y pasajeros.
En declaraciones a Télam, el secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Juan José Méndez aseguró: "Hace un año y medio recibimos a dos empresas que querían traer este servicio a la Argentina y les explicamos cuál es el marco legal en la Ciudad. Una se adecuó [Safer Taxi, que se asoció con un empresa de radiotaxis], pero Easy Taxi inició una acción judicial argumentando la inconstitucionalidad de la ley vigente, y en noviembre de 2015 la Justicia falló que la ley es constitucional".
La ley dice que para brindar el servicio de reserva de taxis, la firma debe ser un radiotaxi porque estas empresas cuentan con registros autorizados para controlar tanto a los vehículos como a sus conductores por una cuestión de seguridad del pasajero. Si bien Easy Taxi cuenta con sistemas de scoring para calificar taxistas y choferes registrados, estos no serían los registros que solicita la ley.
Easy Taxi respondió con un pedido de ayuda a sus más de 600.000 usuarios vía una petición en Change.org, para “Decir no a la prohibición de Easy Taxi”. La petición está dirigida al Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta y a Guillermo Dietrich, Ministro de Transporte de la Nación.
Además, el vicepresidente de Easy Taxi, Pablo Villalba, en diálogo con Radio Delta recalcó la necesidad de "que se renueve la reglamentación" para contemplar nuevas tecnologías. "Para estar registrados, los taxistas presentan su documentación y la del automóvil. Si no está todo en regla, no pueden trabajar con nosotros", aseguró.
Desde el gobierno de la Ciudad afirman que no están en contra de las nuevas tecnologías (de hecho, empresas como Aló y Taxi Premium brindan un servicio similar al de Easy Taxi a través de sus propias aplicaciones y siguiendo las normativas), y aseguran que no se trata de una prohibición sino de un fallo judicial que requiere que la empresa se ajuste a las leyes.
A ver qué pasa con Uber
Este fallo también le crea sus problemas a Uber, el servicio que vincula choferes particulares con pasajeros, y que ofrece tarifas más económicas que las de los taxis. Todavía no ha llegado al país, pero que, se dice, tiene serias intenciones de hacerlo. O las tenía.
Uber suma problemas en varios países. ¿Está por desembarcar en Argentina?
Los rumores sobre el arribo circulan desde la publicación de una búsqueda de personal en LinkedIn. Sin embargo, tal como afirmó el sitio InfoTechnology, esto ya había sucedido con anterioridad.
Lo cierto es que si la empresa finalmente decide desembarcar en el país, deberá hacerlo de acuerdo a las normativas vigentes. A menos que las autoridades decidan modernizar las normas para que sean capaces de contemplar estos nuevos modelos de negocio. Uber ya sufrió problemas en varios países, con marchas de taxistas en Brasil y en Uruguay, que la consideran competencia desleal porque los choferes particulares no pagan seguros, licencias de operación, etcétera (en ambos casos terminó haciendo acuerdos con las autoridades locales para lograr un permiso de funcionamiento); tuvo que dejar de dar servicio en Francia porque llevaron a juicio a sus directivos. En Nueva York ya hay más choferes de Uber que taxistas, que a su vez respondieron presentando una aplicación que funciona como la de Uber.