El fabricante surcoreano Samsung decidió sacar del mercado y detener la producción del Galaxy Note 7, luego de que baterías defectuosas provocaran que algunos dispositivos se incendiaran. La decisión le valió US$ 37.000 millones, entre ventas no efectuadas y pérdida del valor de la empresa.
Tan sólo unas horas después de pedir a sus clientes que dejen de usar todas las versiones de ese equipo, un fuerte golpe en sus acciones hizo que se desplomaran un 8% en Seúl. Como consecuencia el valor de la empresa también cayó unos US$ 20.000 millones.
La caída de Samsung en la Bolsa de Seúl, tocó el 8 por ciento.
Pero este episodio, que en principio se pensaba que iba a ser un contratiempo que se iba a sanear con el remplazo de equipos, terminó de dañar la reputación de Samsung,dado que los incidentes se siguieron repitiendo. Esto también afectará la confianza de los usuarios sobre otros teléfonos de la marca.
Analistas indicaron a la agencia Reuters que las fallas en el Note 7 redundarán en 19 millones de dispositivos que no se venderán, lo equivale a US$ 17.000 millones, aunque la consultora Strategy Analytics, calculó que sería de alrededor de US$ 10 mil millones.
La reputación de Samsung tras la falla del Note 7 podría verse afectada a largo plazo.
"Se necesita honestidad y transparencia para reparar el daño causado a la imagen de su marca", dijo el analista TuanAnh Nguyen, investigador en Canalys.. "El no hacerlo tendrá repercusiones a largo plazo en sus otras líneas de productos", señaló. Incluso añadió que es probable que la empresa tenga que cancelar la marca Note en su totalidad.
Antecedentes
Hace tan sólo algunos días, una línea de lavarropas Samsung también comenzó a presentar fallas de fábrica, que en algunos casos hace que la máquina explote.
Lavarropas fabricados entre 2011 y 2016 también presentaron fallas que los hicieron explotar.
En New Jersey, un grupo de clientes afectados interpuso una demanda colectiva contra la compañía en la Corte Federal. Tras ser investigado los equipos afectados se descubrió que una pieza de soporte interno estaba causando que los tubos internos se separaran lanzado cables, tuercas y otras partes de manera violenta, lo que provoca que toda la máquina estalle.
Para Samsung, se trata de un caso aislado que se da en ciertos equipos de carga superior fabricados entre marzo del 2011 y abril del 2016 . En un comunicado la empresa pidió a los usuarios que podrían tener máquinas comprometidas que solo laven en ciclos lentos y delicados.