Big Bang! News
Más

Tristemente célebre: el primer accidente fatal en un auto sin piloto

Joshua Brown, un ex marine fanático de la tecnología, se transformó en la primera persona en morir en un accidente protagonizado por un auto que se manejaba sólo. Al momento del trágico accidente, Brown miraba una película de Harry Potter.

02 Julio de 2016 07:52
1552078608257
1552078608257

En 1771, el ingeniero militar francés Nicolás Cugnot diseñó un modelo de auto a vapor basado en el carro que el ejército usaba para trasladar cañones. El automóvil del ingeniero era más liviano y avanzaba a mayor velocidad. A no mucho de inventarlo, el inexperto conductor chocó contra una pared y produjo así el primer accidente automovilístico de la historia.

Mucho ha pasado desde entonces y, como en una película de ciencia ficción hecha realidad, a quienes vivimos a caballo entre el siglo XX y el XXI nos toca sorprendernos con los primeros automóviles que se manejan solos y asistir a un hito un poco más triste: el primer accidente mortal producido por un auto con piloto automático.

Joshua Brown murió cuando su auto con piloto automático se metió debajo de un camión

Joshua Brown murió cuando su auto con piloto automático se metió debajo de un camión

Joshua Brown viajaba en su Tesla Model S en una ruta de Florida, Estados Unidos, como conductor pasivo. Joshua tenía 45 años y era fanático de los autos autónomos, tal como se ve en su canal de Youtube.

El pasado 7 de mayo, a las 3:40 de la tarde el Tesla Model S circulaba a gran velocidad, cuando un camión con acoplado giraba frente a él. El Tesla no frenó y se metió debajo del acoplado: así consta en los registros y así lo contó el conductor del vehículo de carga, Frank Baressi.

El accidente se produjo cuando el camión dobló a la izquierda, el auto se metió literalmente debajo de la carga y quedó enganchado. El auto siguió en la autopista hasta que chocó con una valla. Su conductor murió en el acto.

De acuerdo con el abogado del conductor del camión, Brown estaba viendo Harry Potter mientras el auto tenía el piloto automático.

Al parecer Brown no solo era fanático de los autos autónomos, también era un aficionado a la velocidad: en los últimos años había recibido ocho multas por exceder los límites, siete en Ohio, su estado natal y una en Virginia.

Mientras la NHTSA (el organismo dedicado a controlar la seguridad en las carreteras dependiente del Departamento de Transportes de Estados Unidos), investiga si el piloto automático funcionó correctamente durante el accidente, Tesla, la empresa fundada por Elon Musk, con sede en la Fremont, en la Bahía de San Francisco, emitió un comunicado lamentando el accidente: “El cliente que ha muerto en el choque tenía una familia que le quería. Estamos más que tristes por su pérdida. Era un amigo de Tesla y de toda la comunidad del coche eléctrico.”

El interior del Tesla model s, el auto que se maneja sólo

El interior del Tesla model s, el auto que se maneja sólo

Además, la empresa afirma que es la primera muerte en más de 209 millones de kilómetros realizados con el piloto automático activado, muy por debajo de las estadísticas producidas por la conducción humana que llega al número de una muerte por cada 96 millones de kilómetros.

Si bien el auto cuenta con gran cantidad de cámaras y sensores, ni el conductor ni el sistema detectaron la parte trasera del camión. En el documento se cita que la parte del remolque era blanca y la luz de ese día muy brillante.

El auto

En piloto automático, el Model S puede mantener la velocidad y la distancia, frenar ante obstáculos o evitarlos y estacionar; incluso puede desactivar el piloto automático cuando requiere la atención del conductor. Pero Tesla insiste en que eso no convierte al Model S en un automóvil de conducción autónoma, en que no está recomendado para usarse en zonas urbanas y en que requiere que el conductor lleve ambas manos sobre el volante siempre. De hecho, si no lo hace, emite señales como las de los autos de alta gama cuando un pasajero no se pone el cinturón. Y si aún así, el conductor no pone las manos en el volante, el auto frena paulatinamente.

Sin embargo, en Internet pueden verse muchos videos en los que aparecen conductores que no cumplen esas indicaciones.

Luego del accidente, las acciones de Tesla cerraron a 212 dólares, un 2,5% menos con respecto al día anterior.

El día después

Varios temas se plantean a partir de este accidente. Por un lado enfrentar el vacío legal. Por tratarse del primer caso, todavía no está claro quién se hará cargo de la situación.

El tesla model S

El tesla model S

Pero además, el accidente pone de manifiesto otros cuestionamientos como el que hace pocos días expresó el estudio El dilema social de los vehículos autónomos realizado por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) (http://news.mit.edu/2016/driverless-cars-safety-issues-0623) y publicado en la revista Science.

El estudio da cuenta de una encrucijada moral que programadores y creadores de regulaciones deben enfrentar. Ya que deben decidir si el software de las inteligencias artificiales que conducen este tipo de vehículos elegirá privilegiar la vida de un peatón o la de sus pasajeros en caso de una situación que así lo requiera. Otra muestra de que el sentido común de los humanos es realmente irremplazable.

El estudio demostró por un lado una obviedad: que la mayoría de las personas quiere que los vehículos minimicen el número de víctimas, pero también arrojó otro resultado que deja en claro el dilema: que la mayoría quiere que su automóvil los proteja a ellos primero a toda costa.

Los resultados son paradójicos. Pues por un lado el 76 por ciento de los participantes aseguró que moralmente es más correcto que un vehículo autónomo decida "sacrificar" a un pasajero antes que atropellar a diez peatones y por otro, solo uno de cada tres dijo que se subiría un vehículo autónomo cuyo algoritmo estuviese programado para arriesgar la vida de los pasajeros para cambio de salvar a diez peatones. Y para sumar más contradicciones, la mayoría de los encuestados expresó su oposición a las regulaciones gubernamentales sobre estas tecnologías y este dilema moral.

Habrá que ver si es cierto lo que dicen los desarrolladores de este tipo de vehículos que aseguran que los autos sin conductor pueden hacer que el tráfico sea mucho más seguro.

10