02 Agosto de 2015 17:06
La literatura tal como la conocemos no sería lo mismo si hubiera incluido a los teléfonos celulares en las tramas de sus grandes clásicos.
Los trágicos desencuentros y confusiones que muchas veces sellan a fuego el destino de sus personajes se habrían evitado con un SMS, un toque de WhatsApp o una llamada.
En un divertido ejercicio contrafáctico, el sitio Huffington Post reimaginó los libros y películas con los dispositivos que vienen cambiando nuestras vidas. A continuación, un par de ejemplos.
Romeo y Julieta (William Shakespeare)
El trágico desenlace de los amantes de Verona se habría evitado con un simple mensaje de texto. Algo así como “Romeo, voy a fingir mi suicidio, no te preocupes. Nos vemos después”.
?El cazador oculto (J. D. Salinger)
Si hubiera tenido Facebook, el melancólico Holden Caulfield podría haber escrito algo así: “Estoy bastante seguro de que lo único entretenido que hice en todo el año fue correr por el Museo de Historia Natural con mi hermanita, que es más divertida que el la mayoría de la gente porque no tiene un smartphone”.
J.D. Salinger, autor del inmortal “El cazador oculto”.
El retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde)
Dorian se frustra porque las selfies lo muestran cada vez más deteriorado, así que empieza a llenarlas de filtros. En Tinder empiezan a decir que “se ve mucho mejor en persona”.
Tinder hubiera sido un enemigo para Dorian.
Bonus: E.T., el extraterrestre (Steven Spielberg)
La frase clásica “E.T., teléfono mi casa” quedaría chica en esta época.
E.T. no tuvo roaming interplanetario.
Si venía de una civilización avanzada, el extraterrestre que encantó a los niños de los 80 debería haber traído algo así como un súper smartphone en su equipaje.