10 Agosto de 2018 09:26
Don Ramón Valdés tenía, digamos, la mala costumbre de no pagarle el alquiler al Señor Barriga en la exitosísima tira El Chavo del 8. Eso solía derivar en múltiples discusiones y amenazas de todo tipo. Pero el hombre del gorro celeste persistía en la vecindad sin pagar la renta y, en lugar de conseguir dinero, se preocupaba por hallar excusas. Pero lo curioso es que en todos los años, acumuló una importante deuda que ahora los expertos aclararon de cuánto dinero era.
Un estudio realizado tiempo atrás por la inmobiliaria Norua, de México, calculó cuánto dinero le debía Don Ramón al Señor Barriga, de acuerdo a las propiedades de la vecindad - que no contaba con mayores amenities que un patio ruidoso y una fuente con agua -, y de la propiedad en la que vivía Don Ramón junto a su hija en la serie.
Para eso, recrearon el vecindario de México DF en la década de 1970, cuando se llevaba a cabo el exitoso programa televisivo. Tomaron en cuenta la cantidad de metros de la vivienda que alquilaba Don Ramón y estimaron primero una cifra mensual y luego la multiplicaron por la cantidad de capítulos y luego por las ocho temporadas en las que el actor Ramón Valdés formó parte del elenco de El Chavo del 8.
La inmobiliaria determinó que Don Ramón hoy debería más de 7.000 dólares, una cifra que podría ser mayor si se tiene en cuenta que hubo cambios en la moneda mexicana y una importante inflación, así como fuertes crisis económicas que sacudieron al país y al mundo en todos estos años. En pesos argentinos, Don Ramón debería desembolsar $210.000, aproximadamente. A eso, habría que sumarle todos los intereses que sumó a lo largo de todos estos años.
La cifra que siempre argumentó Don Ramón que debía era de 14 meses. Para la inmobiliaria, eso representaba unos U$S 882 dólares. Sin embargo, en total fueron ocho años los que el personaje de la ficción habitó la vecindad más famosa de todo el mundo. Por eso es que alcanza el monto que dice la inmobiliaria.
Se trata de una cifra impagable, desde luego. Y si Don Ramón, fallecido el 9 de agosto de 1988 por un cáncer de pulmón, se enterara hoy a cuánto se incrementó su deuda, probablemente gritaría: “Chanfle, recontra chanfle”.