Invitado a Podemos Hablar, el programa conducido por Andy Kusnetzoff, Ricardo Centurión no tuvo resquemores en hablar de sus problemas con las drogas y su amor por las armas.
Centurión admitió haber experimentado con drogas.
El futbolista de Racing recordó su dura infancia en Avellaneda, durante la cual perdió a su padre víctima de una explosión en una fábrica clandestina de pirotecnia. Su madre tuvo que sostener a la familia trabajando como costurera.
"El cambio se dio cuando yo empecé a jugar al fútbol. Ahí, mi representante me dio un departamento y saqué a mi familia de la villa", explicó Centurión. "Pero también trasladé a mis amigos. Era lo mismo, seguía en la mía. Lo que me decían me entraba por un oído y me salía por el otro. Mi vieja trataba de separarme las amistades, pero uno toma conciencia uno mismo. Hoy sólo tengo dos o tres amigos, antes éramos 25 ó 30".
Al mismo tiempo, reconoció que no puede volver al barrio que lo vio crecer. "Para muchos tengo un signo pesos en la frente. Hay mucha envidia. Y la que sufre es la familia", amplió.
"Jamás cometí un delito"
El futbolista también se refirió a la viralización de imágenes en las cuales podía vérselo posando con armas de fuego. "Me gustan las armas, pero jamás cometí un delito", aseguró. "Si me hubiera criado con yates, me sacaba fotos con yates. No tuve esa suerte".
Al mismo tiempo, reveló haber experimentado con drogas y admitió haber querido coimear a un policía de tránsito en el publicitado incidente que lo llevó una vez más a los medios meses atrás.
"Tomó mucha trascendencia pero no nos fijamos en otras cosas. 'Centu hizo esto, lo matamos. Es un negro villero, un cabeza'. Yo me río, pero mi abuela lo consume. ¿Cómo le digo que no escuche o no vea eso?", se defendió.