19 Febrero de 2018 13:11

El éxito de La Casa de Papel, las agitadas controversias en relación a su calidad argumentativa y su furor entre los miembros de la farándula también alcanzan a la canción más emblemática de la serie, Bella Ciao, que ganó una inusitada popularidad.
Berlín y El Profesor cantan Bella Ciao en una escena de La Casa de Papel.
Así, hay discotecas que la remixan para delirio de sus asistentes, y la hinchada de Peñarol de Montevideo la convirtió en un cántico tribunero en una de las fechas recientes del campeonato uruguayo de Primera División.
Pero lo cierto es que la historia de Bella Ciao trasciende por un buen puñado de décadas tanto a La Casa de Papel como a los nuevos usos que encontró la melodía.
Canción de lucha
La canción comenzó a oírse en 1943 en boca de los partisanos italianos que peleaban en la resistencia contra el fascismo encabezado por Benito Mussolini.
Si bien, como en muchas canciones populares, el autor es desconocido, la melodía puede rastrearse a la de una pieza folclórica de la zona del Piamonte registrada por primera vez a principios del siglo XX.
La canción fue emblema de los partisanos italianos que resistían el avance fascista.
La letra cuenta una historia de valentía y tragedia. En ella, un partisano se despierta a la mañana para descubrir que, a lo lejos, se acerca el invasor fascista.
Así, decide despedirse de su amada (el título de la canción significa, justamente, "Adiós, bella") pero antes le hace forjar una promesa: si no regresa vivo, debe sepultarlo en la montaña bajo la sombra de las flores para que el pueblo lo recuerde como un luchador por la libertad.
De Italia al mundo
Su simple y emocionante mensaje de resistencia convirtió a Bella Ciao en un símbolo y la llevó a trascender las fronteras italianas para ser traducida a decenas de idiomas en versiones de diferentes artistas.
Así, por ejemplo, Goran Bregovic le brindó aires gitanos, la banda de ska punk española Ska-P la incluyó en varios recitales, Mercedes Sosa supo interpretarla en vivo en un show en la ciudad italiana de Milán en 1983 y la banda argentina El Violinista del Amor la incluyó en su disco Contra los Fantasmas, editado en el 2013.