17 Diciembre de 2024 08:56
La cultura y el pensamiento crítico amanecieron de luto este martes 17 de diciembre tras conocerse el fallecimiento de Beatriz Sarlo, una de las voces más lúcidas y desafiantes de las últimas décadas. Escritora, periodista, ensayista e intelectual, Sarlo partió a los 82 años dejando un legado que trasciende generaciones. Nacida el 29 de marzo de 1942 en Buenos Aires, Beatriz Elcidia Sarlo Sabajanes dedicó su vida a desentrañar las complejidades de la cultura, la literatura y las tensiones sociopolíticas de América Latina. Graduada en Letras en la Universidad de Buenos Aires, su trayectoria se caracterizó por un enfoque crítico intransigente y una pasión por cuestionar los relatos hegemónicos.
Sarlo fue mucho más que una académica. Durante treinta años, dirigió la revista Punto de Vista, una publicación que se convirtió en referencia ineludible para el análisis cultural y social. En sus páginas, promovió debates teóricos y divulgó nuevas perspectivas sobre literatura, política y sociedad en un contexto marcado por dictaduras, transiciones democráticas y el auge del neoliberalismo. Desde su lugar como profesora de Literatura Argentina en la Universidad de Buenos Aires, hasta sus cátedras en prestigiosas universidades extranjeras como Columbia, Cambridge y Berkeley, Sarlo dejó una impronta académica global.
Su obra, que incluye títulos fundamentales como Escenas de la vida posmoderna y La pasión y la excepción, redefinió el modo en que América Latina piensa su modernidad, esa "modernidad periférica" que ella misma bautizó. Crítica de todos los gobiernos, supo mantenerse independiente en su pensamiento. Desde su enfrentamiento público con el kirchnerismo en el recordado programa 6, 7, 8, hasta sus duras palabras contra la gestión de Mauricio Macri, Sarlo nunca se doblegó ante las presiones políticas. Incluso, el "Conmigo no, Barone", aquella frase pronunciada en pleno debate televisivo, se convirtió en emblema de su carácter firme y su rechazo al oportunismo ideológico.
No fue menos valiente al abordar temas como la guerra de Malvinas, donde insistió en reconocer los derechos de los habitantes de las islas, una postura que desató controversia pero que reflejaba su compromiso con la reflexión crítica y el respeto por los derechos humanos. La periodista fue galardonada en vida con distinciones como el Premio Konex de Platino y la Pluma de Honor de la Academia Nacional de Periodismo, pero su mayor legado reside en su obra y en las mentes que inspiró. A través de sus libros, artículos y clases, enseñó a leer la realidad con ojo crítico, a no temerle a las preguntas difíciles y a valorar el poder de las ideas.
Todo esto sobre todo, en un mundo en constante transformación. "Mientras observo cómo las instituciones se transforman, me preocupa que lo hagan sin cuestionamientos. Ese es el peligro: aceptar el cambio sin pensarlo", escribió alguna vez. Ese espíritu de reflexión y resistencia al conformismo será su herencia que perdurará con los años. Beatriz Sarlo fue una brújula en tiempos de confusión, una pensadora que incomodó tanto como iluminó. Hoy, mientras Argentina despide a una de sus intelectuales más influyentes, su voz permanece en sus textos, en los debates que avivó y en los futuros que ayudó a imaginar.