Ni lerdo ni perezoso, Leonardo Cositorto ex CEO de Generación Zoe, agrupación que operaba con estafas piramidales, denunció a la fiscal Juliana Companys que investigó su caso y expuso detalles en el documental de Netflix: "El vendedor de ilusiones: El caso de Generación Zoe".
A través de Guillermo Dragotto, su abogado, Cositorto denunció que se violó el artículo 312 del Código Procesal de Córdoba; allí se establece el secreto de sumario de las causas judiciales.
Dragotto alega que la causa "se encuentra todavía en instrucción, no tenemos sentencia, para que hayan sacado un documental". En una entrevista en radio Mitre, el abogado explica: "Lo que me llama la atención es la participación fuera de lugar de la fiscal, donde las luces de la cámara la han enceguecido", dijo y agregó: "Debió velar por el secreto de sumario. Vamos a pedir a la Fiscalía General que tome cartas y la aparte de la causa".
Además, el abogado de Cositorto explicó: "Vamos a tomar acciones legales contra ella, y contra la plataforma (Netflix)". Y, siguiendo por la misma línea proclamó: "Una cosa es cuando a una fiscal de instrucción que está investigando una causa, la fiscal por más que sea la parte acusadora debe velar por la objetividad".
Se ve que Cositorto y Dragotto analizaron el documental hasta el final porque disparan fuertemente contra la fiscal Companys: "Hace una entrevista en un bar, presta la fiscalía en horarios no permitidos"; además denunciaron: "(En otra parte del documental) hay una actriz que hace de la fiscal, usando el despacho de la propia fiscal, en un horario público. Podría ser peculado por prestar esto en beneficio propio", dijo.
Para dejar su postura marcada, Cositorto expresó en boca de su abogado: "Acá no se trata de lo económico sino de cómo se lo ha retratado. La gente que lo vea se va a sorprender. El tema es como se expone la cantidad de emprendimientos que tenía Cositorto", explicó.
Además hacen una fuerte referencia a la metodología usada por Companys para dar con la detención de Cositorto: necesitaban al menos una víctima para comprobar la investigación que realizaba la fiscalía y eso es lo que encontraron. Llegaron tres al principio pero la causa reconoce al menos 176 personas estafadas por Generación Zoe.
por su aparte, para Dragotto este detalle es más que suficiente para caratular a la fiscal Company como una persona que busca reconocimiento: "Es un emprendimiento a nivel mundial, la crítica, es que ella por un atraso de menos de un mes, ella dice, necesitamos que alguien venga y denuncie una estafa, el mismo día donde había ordenado la captura internacional solo contaba con la denuncia de dos personas. Con eso cerró todo un negocio, y causó que no siguiera cumpliendo (con los pagos)".
Qué es de la vida de Leonardo Cositorto
Fue detenido en República Dominicana por la Interpol en el mes de abril de 2022 cuando el caso de Generación Zoe quedó al descubierto: se dedicaban a la estafa piramidal cometiendo estafas con asociaciones ilícitas de por medio.
Ya en abril de 2022 tenía varios pedidos de captura en diferentes provincias argentinas: Buenos Aires, Corrientes, Salta y Rosario y estaba siendo investigado por la Fiscalía N° 2 de Villa María, a cargo de Juliana Companys.
💣Bombita. Cositorto dio sus primeros pasos en el mundo de los negocios en 1991 en España, donde comenzó vendiendo libros en la calle
Ahora, Cositorto espera el juicio en el penal de Bouwer, Córdoba por al menos dos causas: asociación ilícita y estafas a más de un centenar de personas; todavía se sigue investigando la complejísima red de estafas que fue construida por Generación Zoe que tenía 65 oficinas en 17 países y con más de 80.000 miembros en Argentina, Colombia y España.
Generación Zoe: la oscura trama que tejió Cositorto
En sus inicios, Generación Zoe ofrecía cursos de coaching y habilidades sociales a través de Zoom y fue creciendo hasta que se instalaron las primeras oficinas en Argentina, más precisamente en Villa María.
En el documental que presentó la plataforma Netflix, se muestra de manera muy clara a través de material de archivo cómo eran las oficinas y el nivel de dinero invertido en ellas, algo en que los cordobeses confiaron ciegamente.
Durante la pandemia por coronavirus, Generación Zoe tuvo una explosión de concurrentes, relatado por el mismísimo Cositorto que fue entrevistado para el documental. Allí expandió su estafa piramidal a países latinos como Colombia, Chile y Perú y llegó también a cruzar el charco, convenciendo a personas de España.
Tanto creció la estafa piramidal con los millones de participantes alrededor del mundo que Cositorto construyó un imperio: abrió desde hamburgueserías, pasando por equipos de fútbol, escuelas, invirtió en bienes raíces, quiso construir una iglesia -Cositorto estaba muy cerca de la iglesia evangélica- y hasta logró tener su propia criptomoneda... quiso también comprar una mina de oro pero ese plan se vio truncado.
Tal como cualquier organización que funciona de manera piramidal (el dinero de inversores nuevos es usado para pagar a inversores anteriores) colapsó de la peor manera y dejó a cientos de personas sin su dinero invertido y obviamente, sin las ganancias.
💣Bombita. Generación Zoe ofrecía "membresías" de 376 euros en las que supuestamente, la organización devolvía el 50% de ese dinero invertido
El filme de Netflix muestra cómo Leonardo Cositorto se vuelve millonario a costa de los ciudadanos argentinos que ven coptadas sus voluntades a un discurso casi mesiánico en el que se prometía lujos y vida de ricos. Muchas personas dejaron sus trabajos por pertenecer a Generación Zoe y luego del cierre de la empresa fantasma, se quedaron sin nada.