Jennifer Kohan se presenta en las redes sociales como "fan de los pequeños momentos" y de eso, algo sabe. Desde hace más de una década se dedica a la arquitectura e incluso, es reconocida por sus proyectos que integran una decoración open concept con un estilo que fusiona lo minimalista del Japandi, simple y minimalista, y lo ecléctico de lo contemporáneo. "Cuando elegí estudiar arquitectura (con solo 15 años) ya sabía cual era mi objetivo final. Yo quería crear espacios donde el usuario pueda disfrutar estando en el sitio, por eso el Diseño Interior me parece super importante a la hora de hacer mis proyectos", le cuenta a BigBang.
Si hay dos palabras que la definen son la practicidad y el confort. "Me dediqué más a lo residencial porque entiendo el deseo de un habitante, después de un día extenuante laboral, de regresar a su hogar y disfrutarlo. Creo que es fundamental crear espacios en los hogares donde las personas elijan estar", detalló. Su obra más significativa es un exclusivo edificio ubicado en el barrio de Villa Crespo, donde actualmente viven ella y su familia, aunque su legado se encuentra en diversos puntos de la ciudad.
La propuesta de Jennifer no solo busca crear espacios estéticamente agradables, sino también funcionales y adaptables a las necesidades de sus clientes. "La carrera de Arquitectura, no es una carrera sencilla, quien la estudie y no sea por elección propia a la larga termina abandonando. Lógicamente, el hecho de haber crecido adorando la arquitectura (por las anécdotas de estudio que me contaba mi papá) ayudaron en la motivación para la elección", detalló en diálogo con este sitio.
Y es que -remarca- su "pasión por crear algún edificio que deje huella en el lugar donde pise", eso lo que "la impulsó" a anotarse en la carrera. Hay que destacar que su visión innovadora viene de familia: su abuelo quería ser arquitecto y su papá empezó la carrera, a pesar de no haberla concluido. En este sentido, para Jennifer su camino estuvo predestinado y decidió estudiar arquitectura en la universidad pública: "La arquitectura es arte. Mi pasión se basa en generar un espacio donde el usuario disfrute estar".
Hoy en día trabaja codo a codo con su papá, quien se desempeñaba con su taxista hasta que atravesó duros y terribles momentos que, afortunadamente, pudo superar con holgura. Primero fue secuestrado por algunas horas, momento que Jennifer prefiere no recordar. "Tengo una relación especial con mi papá. Compartimos muchas pasiones, entre ellas la arquitectura, pero esos momentos de incertidumbre y de desconexión fueron tremendos. Realmente pensamos lo peor", dijo.
El secuestro ocurrió en 2016 y Jennifer no duda en definirlo como "un acontecimiento que te cambia la vida para siempre". "Ya no volvés a pensar igual. Te das cuenta que todo puede cambiar de un momento a otro", explicó. Su papá sufrió también algunos infartos que inevitablemente lo terminaron alejando del volante. "Mi papá manejaba un taxi hasta que lo operaron del corazón, ahí lo bajaron del taxi y decidió empezar a trabajar en la construcción a pesar de no tener el título", dijo.
Y sumó: "Su primera obra fue nuestra casa, así que imaginate lo que fue para todos nosotros vivir en un diseño propio, soñado.Yo lo ayudaba a él con sus proyectos hasta que me recibí y empezamos a trabajar juntos. Luego del secuestro, nos fuimos de esa casa y con eso se fue parte de su sueño, pero volvió a diseñar y proyectar para él y mi mamá el departamento donde viven en un edificio hecho por nosotros dos. ¡Decime si eso no vuelve a ser un sueño! La vida es eso, vueltas de 180 grados".
Según contó, busca en todos sus trabajos dejar su "impronta", aunque aclara: "Siempre respondo a las necesidades del cliente. Al fin de cuentas, importa un buen diseño pero el espacio es habitado por los usuarios". Otra de sus importantes obras es el rediseño y la decoración interior de una casa ubicada en Canning. Sus proyectos han sido esenciales para definir su identidad caracterizada por premisas de practicidad, integridad, calidez y confort, en un constante juego entre el interior y el exterior.
Además, un punto clave durante el proceso de creación es que la arquitecta acompaña en las decisiones de diseño y asesoramiento a los usuarios, especialmente desde la pandemia cuando se acrecentó su interés por el interiorismo. "El rol del arquitecto o el diseñador es fundamental a la hora de proyectar un espacio, tenemos las herramientas necesarias para convertir un dibujo en papel en un edificio funcional y habitable", destacó.
Y continuó: "Pero creo que para poder diseñar correctamente es importante conocer realmente los requerimientos y necesidades de quien los vaya a utilizar. Mi estilo, a la hora de empezar un proyecto, se basa en crear espacios multifuncionales, lógicamente cada ambiente tiene su función pero trato de crear lugares que el usuario pueda utilizar para diferentes propósitos. Generalmente uso el estilo open concept con colores neutros cálidos, me gusta la sensación de calma que dan los tonos tierra".
Al mismo tiempo, resaltó que utiliza bastante madera, textiles haciendo juego y mucha luz en los ambientes. "Trato de integrar la naturaleza al interiorismo ya sea con plantas o con materiales orgánicos. Si tengo que definir un estilo, me inclino por hacer interiores de Tendencia Japandi, un estilo de diseño limpio, elegante, funcional, cómodo y atractivo que toma influencia de interiores japoneses y escandinavos", advirtió.
Cuando en 2020 hubo que paralizar las obras, a causa de la pandemia del COVID, la joven arquitecta decidió abocarse de lleno en el diseño de interiores. "Antes de la pandemia me estaba dedicando puramente a la arquitectura edilicia, acababa de terminar un edificio en la Ciudad de Buenos Aires y estaba ambientando dos departamentos ahí mismo, pero de repente cerraron las obras y el rubro de la construcción fue uno de los últimos en liberarse", explicó.
Y añadió: "Por ende tenía que reinventarme. Hice un posgrado en diseño de interiores y descubrí que las personas empezaron a pasar más tiempo en sus hogares y pensé que seguramente querrían cambiarlo, redecorar y decidí sumar a mi servicio de diseño la rama de la decoración. Mucha gente no tiene idea, ni gusto para elegir objetos decorativos o nunca tomaron en cuenta que pasarían tanto tiempo en sus casas como para invertir en decoración".
Por este motivo, destacó que hizo un curso de E-commerce y creó DKOHOME. "Es un emprendimiento dedicado a la venta de objetos decorativos sofisticados y elegantes para que las personas vuelvan a enamorarse de su hogar. Hasta el día de hoy sigue vigente, nunca creí que después de casi 4 años de haberlo creado, mi emprendimiento creciera cómo creció", destacó y resaltó que si bien nunca tuvo "un diseño imposible o complicado" de llevar adelante, contó que una vez un cliente le pidió "pintar un ambiente de cada color, con colores realmente chillones". "Él quería que su departamento fuera totalmente ecléctico y original", dijo.
Y siguió: "Y por supuesto, uno no puede decir que no. Trate de llevarlo por el lado de combinar colores en textiles, poner mobiliario diferente entre si, pero finalmente accedí a lo que el cliente me solicitó. (Claramente no está en mi portfolio, jaja). No tengo una obra preferida. Cada cosa que hice la hice con la misma pasión pero si tuviera que elegir una, sería el edificio que hice pre pandemia. Realmente fue un desafío para mi porque no tenía tanta experiencia en obras de tal magnitud, con subsuelo, excavaciones, cuidar los edificios linderos, manejar tanto personal, proveedores, contratistas. Pero salió bien, tan bien que hoy vivo ahí".
Según resaltó, eligió vivir en una de sus tantas creaciones para que un día, pasando por la calle de enfrente, "pueda decirle a la gente que deje huella en el barrio que me vio crecer". "Mi consejo para quien decida lanzarse a esta hermosa profesión es : lo que hagas hacelo con pasión, ponete sueños y metas cortas que están para ser cumplidos", manifestó. Jennifer considera que los 5 puntos esenciales para rediseñar un espacio son la iluminación, la combinación de madera y colores neutros, las texturas y objetos para otorgar distinción e identidad al lugar, la confortabilidad y los detalles botánicos.
En sus trabajos utiliza mayormente textiles beiges, naturales, grises y blancos; mucha madera, en pisos, detalles y mobiliario; accesorios en acero; y destaca el brillo en los ambientes. "Mis tips para hacer un buen diseño de interiores es reconocer las necesidades del cliente y generar un espacio funcional y estéticamente atractivo. Crearse un buen equipo de trabajo es fundamental para tener casos de éxito. Y estar presente en todas las etapas de la obra. Un error puede costar muy caro, literal y no literalmente hablando", detalló, consultada sobre lo que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar, sobre todo en interiores.