Millones de personas en todo el mundo comenzaron a migrar a Bluesky, la red social furor en este momento por su parecido a Twitter antes de la llegada de Elon Musk. Resulta que en la semana posterior a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el dueño de X (antes Twitter), manifestó su apoyo al presidente electo Donald Trump, lo que provocó un éxodo significativo de usuarios hacia plataformas alternativas como Bluesky. Este fenómeno intensificó el crecimiento de esta red social, que sumó más de un millón de usuarios nuevos en ese periodo, principalmente en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, según Emily Liu, vocera de la empresa.
Actualmente, Bluesky registra alrededor de 20 millones de usuarios totales. Esta plataforma fue creada en 2019 por Jack Dorsey, fundador de Twitter, con la visión de ser una versión descentralizada de la red social original, donde ningún individuo tuviera control absoluto. Aunque inicialmente funcionó solo por invitación, en febrero de 2024 se abrió al público general. Está dirigida por Jay Graber, quien tiene la mayoría de la propiedad tras la salida de Dorsey en mayo de 2024. La plataforma permite a los usuarios elegir servidores externos para alojar su información, aunque la mayoría utiliza la opción predeterminada "bsky.social".
Bluesky se asemeja a la antigua versión de Twitter en su diseño y funcionalidades, como publicaciones, interacciones y notificaciones. Esto es su principal punto de ventaja, ya que la gran mayoría de los usuarios que decidieron probar suerte en Bluesky lo hicieron añorando el antiguo estilo de la ex red social del pajarito azul. Sin embargo, apuesta por evitar la publicidad y planea financiarse ofreciendo servicios de pago, como la personalización de dominios para usuarios profesionales, lo que podría mejorar la verificación de identidades. Lo cierto es que el crecimiento de Bluesky se aceleró notablemente tras el triunfo de Trump el 5 de noviembre y el apoyo público de Musk.
Esto, sumado a las quejas sobre el contenido algorítmico de X, como publicaciones de extrema derecha, supremacistas blancas y teorías conspirativas, llevó a muchos usuarios descontentos a buscar una alternativa más inclusiva y libre de desinformación. Desde las elecciones, Bluesky atrajo a figuras destacadas como Alexandria Ocasio-Cortez, Mark Cuban, el rapero Flavor Flav, y personalidades de los medios como Mehdi Hasan. Además, celebridades como Ben Stiller, Jamie Lee Curtis y Lizzo anunciaron su transición a Bluesky. Paralelamente, medios como The Guardian abandonaron X, calificándola de "plataforma mediática tóxica".
Los usuarios de Bluesky promovieron activamente su comunidad mediante mensajes de bienvenida y guías para facilitar la integración de los recién llegados. La plataforma experimentó una avalancha de actividad, aunque también enfrentó caídas temporales del sistema debido al incremento en la demanda. A pesar de su rápido crecimiento, no tiene una competencia fácil. Por ejemplo, Threads, la red social de Meta, alcanzó 275 millones de usuarios activos mensuales, muy por encima de los más de 20 millones de Bluesky. X, bajo el control de Musk, tiene una base diaria estimada de 250 millones de usuarios, aunque ese número viene disminuyendo.
El principal reto para Bluesky será sostener su crecimiento y financiar su operación sin depender de la publicidad. Si bien cuenta con el respaldo inicial de inversores y empresas de capital riesgo, el aumento en los costos podría exigir nuevos modelos de ingresos, como servicios premium. La proximidad de Musk con Trump fue un catalizador importante para la migración de usuarios, particularmente entre aquellos decepcionados por los resultados electorales y el contenido de X.
Musk incluso anunció que liderará el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo la administración del magnate, reforzando las críticas hacia X como una plataforma políticamente alineada. Bluesky, en cambio, se presenta como un espacio más neutral y centrado en la comunidad, lo que atrae a usuarios que buscan escapar de la polarización y el discurso de odio. Este enfoque, combinado con una estrategia de crecimiento orgánico y descentralización, posiciona a Bluesky como una alternativa viable. Su éxito dependerá de su capacidad para mantener el interés de los usuarios y desarrollar un modelo de negocio sostenible.