El estrés y ansiedad generan desequilibrios que pueden derivar en ganancia de peso, y es aquí donde el yoga hace su mágica aparición y nos ayuda, ya que baja los niveles de cortisol, una hormona esteróidea que se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre. Calmando el sistema nervioso y reduciendo los niveles de estrés estamos en mejores condiciones para sacarnos de encima esos kilos que tanto nos molestan, además de no estar atacando la heladera, o comiendo dulces y otras maldades alimenticias sólo por ansiedad.
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miércoles, 27 de enero de 2016
Además, el cortisol funciona como antidiurético, con lo cual no te permite eliminar el líquido que sí necesitás. Los mayores niveles de cortisol se registran por la mañana y a finales de la tarde, horarios ideales para que practiques yoga y ayudes a mantenerlo a raya.
Quienes practican yoga están más en contacto consigo mismos y con sus emociones: saber quién sos es esencial para que puedas perder peso. Muchas veces comemos mal porque nos estamos sintiendo de una manera en particular. Conectar con nuestro interior es vital para ponerle un freno a la ingesta emocional de comida.
Un vídeo publicado por Dana Falsetti (@nolatrees) el 12 de Nov de 2015 a la(s) 9:51 PST
Otra ventaja de practicar esta disciplina es que ayuda a combatir la depresión. Así que si te sentís bajón, ¡empezá ya! Cuanto más feliz estés, más calorías vas a quemar.
El yoga también ayuda a dormir mejor, y el buen descanso hace que enfrentemos el día de buen humor, con más energía y entusiasmo. Dormir mal puede generar ganas de comer cosas de alto contenido calórico durante el día, ya que el cuerpo nos lo pide porque necesita más azúcar.
El sobrepeso es una señal de que tu cuerpo tiene grandes cantidades de tóxicos. Limpiarte de todos esos desechos colabora con la pérdida peso, y el yoga es ideal para eliminar toxinas. A su vez, esta actividad milenaria ayuda a órganos fundamentales como los riñones o el hígado a funcionar correctamente. No olvidemos que son órganos encargados de “limpiar” el organismo.
La vida diaria está llena de imprevistos, caos, velocidad y problemas. Hacer yoga nos ayuda a parar la máquina, respirar mejor, cuidar nuestro cuerpo, tomar conciencia de él. Si logramos éstos objetivos también vamos a pensar más seriamente qué nos llevamos a la boca y con qué nos alimentamos.
Para cada una de nosotras hay un tipo de yoga: tranquilo, dinámico, aéreo, fuerte o suave. Buscando, vas a encontrar el tuyo. No te dejes amedrentar y arrancá, ¡que no te vas a arrepentir!
Para cerrar, te dejo una frase de Jason Crandell que tal vez te motive:
“El yoga es la oportunidad perfecta para ser curioso acerca de quién eres