22 Junio de 2016 13:11

En una época signada por la liviandad, la intensidad no siempre es bien vista. Si bien muchas personas prefieren hacer vuelo razante sobre la vida, quienes son intensos eligen llegan al fondo de todas las cuestiones.
Aquí van señales para saber si sos o estás rodeada/o de gente intensa, porque al fin y al cabo, el mundo no es de los blanditos.
¡Vamos los intensos!
El intenso va a fondo con lo que lo apasiona:
Cada cual puede tener su punto de vista, su ideología, pero cuando se trata de cuestiones importantes para el intenso, la cosa cambia. Las personas que ama, el trabajo que lo apasiona o cualquier tema que representa un interés genuino para sí, amerita un debate digno de Naciones Unidas. ¡No entienden que ya pasó el tema, ni que no tienen que convencer a nadie, porque a nadie le importa!
La pasión manda.
El intenso no soporta el tiempo muerto:
Dichas personas siempre tienen a mano libros para "ir leyendo" en el transporte público, tejido en la cartera para los viajes largos... hacen lo que sea para evitar la pérdida de tiempo. la sensación de que hay algo urgente para hacer acompaña al intenso en cada día.
Intensos: siempre hay algo que hacer.
Los puntos de vista se defienden a muerte:
Los intensos meten en discusiones sin importar con quién pelean. Sus opiniones son difíciles de cambiar y no toleran algunos chistes. Se complica el diálogo una vez que se tiró de cabeza en la discusión, sobre todo si tiene altruístas.
¿Qué dijiste?
El intenso es vehemente:
Nunca un sentimiento de pánico escénico, ni vergüenza si hay que expresarse frente a otros. Mostrar sus ideas delante de la gente es su estado natural, con voz firme y argumentos claros. Los demás lo reconocen como un gran orador, y a veces como alguien que se enoja con facilidad; pero en realidad, cuando deciden hablar, lo hacen con pasión.
Nadie los detiene.
El intenso decide en base a sus convicciones:
Este tipo de personas actúa de acuerdo a su filosofía de vida. Toman sus decisiones desde ese espacio de razonamiento, entonces, son definitivas. Cuando otras personas tardan en definir, ¡se ponen de los pelos!
¿Qué camino tomar?
Acciones, no palabras:
Si un intenso/a tiene ganas de verte, te toca el timbre de tu casa, y con suerte te escribe para avisarte. Lo mejor, es su escala de valores, es actuar al instante, no dejar nada para después. A las palabras se las lleva el viento.
Un ejemplo de hechos, no palabras.
Lo peor son las injusticias:
El intenso explota si detecta un abuso. No importa si es político, social, o personal. Temas que para otros pueden resultar banales, para los intensos son fundamentales.
¿Qué te pasa con ésta foto?
¿Ya te reconociste entre estos puntos? ¿A tus amigos, o familiares? No los hagas a un lado, pensá que la vida es mejor con esas personas que tienen pasión de sobra, que van más allá de los límites, que hacen que la vida merezca toda la pasión posible.
¡Vivan los intensos!